domingo, 29 de noviembre de 2015

LA BASTARDA PARTE 14

Marta no le mentía a su amiga cuando decía que tener un hijo nunca había estado entre sus planes. Siempre había sido una muchacha moderna y liberada cuyo sueño era terminar una carrera, trabajar y convertirse en una mujer independiente. Un hijo sólo sería un estorbo para esos planes. Mas sin embargo ese proyecto de vida había pasado a un segundo plano desde que se había enamorado -¿o encaprichado?- con Fabio. Y para complicar más el panorama se había entregado a Oliverio Esguerra sin medir las consecuencias. No obstante, el abatimiento inicial que le produjo el conocer de su embarazo pronto se convirtió en esperanza de poder utilizar ese estado en su beneficio.

Días después de conocer la revelación se citó con su amante en una vieja cafetería contigua al motel donde consumaban sus encuentros amorosos.

_ ¿Para que me citó aquí, Marta? Ya le he dicho que no es recomendable que nos vean juntos - explicó Fabio mientras se arrellanaba en una de las sillas del local.
_ Ya me cansé Fabio. Ya me cansé de que nos veamos a escondidas. Ya me cansé de esta relación clandestino.
_ ¿Otra vez con lo mismo? Fijamos las reglas de juego de esta relación desde el principio y usted estuvo de acuerdo.
_ Pero me aburrí. Me aburrí de vivir escondida. Yo no quiero ser su amante toda la vida. Yo quiero que tengamos algo serio.
_ Hasta ahora hemos podido manejar las cosas bien. Hemos pasado buenos momentos. ¿Por qué quiere que nos compliques la vida?
_ ¿Usted me quiere Fabio? -Fabio no contestó y Marta insistió- ¿Por qué no me contesta? ¿me quiere sí o no?
_ Si no la quisiera no estaría con usted.
_ Entonces olvídese de mi hermana y hágamos una vida juntos...

Fabio se puso de pie.

_ Ya esta conversación la hemos tenido muchas veces y usted sabe cuál es mi posición. Si quiere que sigamos juntos va a ser en las mismas condiciones en las que estamos ahora. Y me voy. Tengo cosas que hacer.

Marta se levantó de la mesa y se asió al brazo de su amante.

_ ¿Qué está haciendo Marta? Alguien nos puede ver?
_ No me importa. Ya le dije que me cansé de que nos veamos a escondidas- En ese momento Marta besó con pasión a Fabio y esté la separó con brusquedad
_ ¿Se enloqueció o qué?
_ Olvídese de mi hermana y quédese conmigo.
_ Si va a seguir en ese plan lo mejor es que no nos volvamos a ver.

Lo que no sospechaban los amantes furtivos es que a lo lejos y a través del ventanal de la cafetería los observaba con mucha atención Ebelia, quien se encontraba en el lugar para comprar productos para su negocio. La morena no daba crédito a lo que veían sus ojos. Sin titubear, se decidió a alertar a su amiga Yolanda.

_ Y ese milagro que me vino a visitar Ebelia -señaló Yolanda. Ambas mujeres estaban sentadas en los muebles de la amplia sala de la casa Peláez- Cancino- ¿Y cómo está ese bebé? ¿Cuántos meses es que tiene?
_ Cuatro. Gracias a Dios todo está marchando muy bien. ¿Y usted cómo está? -contrapreguntó Ebelia con un semblante afligido.
_ Bien. Ajetreada con los preparativos del matrimonio. Mi vestido de novia ya casi está listo.
_ Yolanda, no me voy a poner con rodeos. Lo que le vengo a contar es muy grave.
_ ¡Me está asustando, Ebelia! ¿Qué pasó?

La morena dejó escapar un suspiro y continuó.

_ Mi mamá me aconsejó que no le dijera nada. Pero es que yo ya pasé por lo mismo y usted no merece seguir engañada.
_ ¡Dígame qué pasó Ebelia que ya me tiene nerviosa!
_ Esta mañana vi a Marta besándose con su novio-

El rostro de Yolanda no ocultó su sorpresa.

_ ¿Qué? Usted debe estar confundida.
_ No es una confusión. Yo estoy segura que eran ellos. Estaban en una cafetería a las afueras del pueblo.
_ No. Usted se confundió. Eso no puede ser.
_ Yolanda es comprensible que no me crea, pero le juró por lo más sagrado que lo que estoy diciendo es verdad.

Yolanda meneaba su cabeza expresando así el estado de negación en el que se hallaba sumida.

_ Es que no lo puedo creer. No lo puedo creer.
_ Yo no tengo necesidad de mentirle. Yo cuando los vi tampoco podía creer que fueran ellos. Pero le recalcó que le estoy diciendo toda la verdad. Mi consejo es que le pida explicaciones a su hermana y a su novio.



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