lunes, 19 de diciembre de 2011

ADIOS A JORGE IVONNE

¿Cuál es la herencia que le deja Jorge Ivonne Ospina a Cali a escasos días de que expire su nefasta alcaldía? Es una herencia mediocre y paupérrima digna de un odioso ser que se dedicó a venderle al pueblo circo y megaobras, mientras le daba la espalda a los problemas más graves de la ciudad.

Empecemos con las Megaobras: nadie niega que Cali carecía de grandes obras de infraestructura; por ello es muy loable que el mamarracho Ospina haya decidido acometerlas y financiarlas a través del impuesto de valorización. Ahora, que esas megaobras que ahora están ejecución sean las que de verdad necesita la ciudad, eso no lo tengo claro pues no soy urbanista, ni ingieniero, ni experto en movilidad; pero si de algo estoy convencido es que calificar de "megaobra" el reparcheo de la Autopista Sur, la construcción de puentes peatonales y un parque en el Oriente de Cali, es una exageración. Reparar la carpeta asfáltica de las calles y construir puentes peatonales y parques no son megaobras, son obligaciones que el Municipio forzosamente tiene que atender.

Pero eso es lo de menos. Lo grave es que varias de esas flamantes obras están 'embolatadas': la plazoleta de la Caleñidad no se ha podido continuar por líos con un edificio en poder de estupefacientes; la ampliación de la Avenida Circunvalar también está en veremos porque no se han adquirido todos los predios que es preciso demoler para llevarla a cabo; la dichosa extensión de la Carrera 80 hacia la ladera ni siquiera ha empezado. Y ese 'chicharrón' Ospina se lo legó al momio Rodrigo Guerero.

Pero ese es sólo uno de los muchos problemas por resolver que hereda la querida Ivonne a la administración entrante. Este remedo de alcalde no hizo prácticamente nada por rescatar el centro histórico de la ciudad y en general las granes patrimonios arquitectónicos de Cali durante su gestión; hoy día esas bellas casonas y edificios desperdigados por el Centro y Oeste caleño están cayéndose a pedazos, han sido demolidos, o algunas cafres los han convertidos en repugnantes parqueaderos. Si bien el problema viene de tiempo atrás y ha estado inveterado en la narco-cultura caleña por años, Ivonne poco nada hizo para frenarlo o revertirlo en durante su mal gobierno.

Por otro lado, el burgomaestre se hizo el de la vista gorda con la inundación de todo tipo de negocios de mala muerte -estancos, bares, moteles- en zonas residenciales. Pocos meses antes de dejar el cargo descubrió que el agua moja y denunció la existencia de una mafia en Planeación Municipal que otorgaba permisos fraudulentos para este tipo de establecimientos en zonas donde está prohibido. Se demoró 4 años en percatarse de un fenómeno que para cualquiera salta a la vista.

Y sobre el medio ambiente ni hablemos. Poco o nada hizo Ivonne para rescatar los maltrechos siete afluentes que bañan a Cali; poco o nada hizo para frenar las construcciones a los alrededores del Río Pance; poco o nada hizo para combatir la minería en los cerros de Cali; poco o nada hizo por evitar la continua tala de árboles que ocurre diariamente en la ciudad ante la mirada cómplice de todos. Es más, este alcalde tuvo el descaro de construir una solución habitacional como Altos de Santa Elena, destruyendo la vegetación nativa de la zona y poniendo en peligro al río Mélendez. Tampoco hizo nada para evitar la invasión tanto de los asentamientos ilegales, como de aquellas lujosas construcciones estrato 4, 5, y 6 que están erosionando las bellas lomas que se alzan sobre la ciudad.

De la inseguridad y el desempleo ni hablemos. Ivonne se dedicó a regalarle a los inútiles Guardas Cínicos miles de millones de pesos por la ardua labor de hablar caca en los parques, mientras a la Policía le dio sólo limosnas. Si la Policía con recursos no sirve para nada, sin recursos mucho menos. ¿Y el desempleo?, ¡qué verguenza!: en Cali roza el 15%. Y si bien ese es un problema más de competencia del Gobierno Nacional, revela la postración en que está sumida esta ciudad.

A eso sumémosle  los $90 mil millones que se gastó Ivonne en un estadio que ya los vándalos hinchas del América se encargaron de volver mierda. Una cifra insólita si se considera que en otras ciudades apenas costó 20 mil millones de pesos. Pero bueno: ahora Ivonne borrará esos pequeños errores, embruteciendo al pueblo con una nueva versión de  la vulgar y narcotizada Feria de Cali. De seguro saldrá del CAM por la puerta grande. Falta ver con qué sale el honorable momio Rodrigo Guerrero