Viernes 02 de noviembre. El dios de los
cristianos fue llamado a comparecer al Tribunal Diocesano Universal, la máxima
instancia encargada de juzgar a todas las deidades existentes en el Universo.
Sí, el dios de los cristianos no es el único; cada planeta donde existe vida
está gobernado por su propio dios.
Miles de años atrás el dios de los
cristianos ni siquiera podía denominarse como tal. No era más que un simple
espíritu que aspiraba a convertirse en divinidad y para ello debió estudiar
arduamente en la Universidad Diocesana Universal. Compartió aulas con muchos
que tenían el mismo anhelo; al final a todos, como tesis de grado, les
correspondió crear su propio mundo y dotarlo de vida.
La creación del dios de los cristianos
despertó la admiración y asombro de los profesores de la Universidad Diocesana.
No era para menos dada su hermosura, diversidad, riqueza y creatividad. El dios
de los cristianos se esmeró en crear una cantidad infinita de especies animales
y vegetales que vivían en armonía en un mundo rebosante de colorido y
exuberancia. Sobra decir que logró, gracias a tan majestuosa obra, graduarse
con honores del alma máter.
Pero la condición de divinidad omnipotente
no tardó en hacer mella en el laureado egresado. Se llenó de soberbia y
vanidad, sentimientos que lo llevaron a crear un ser que ‘superará’ a la otras
formas de vida. Fue así como propició
las condiciones más adecuadas para que apareciera en escena el ser humano, un
animal como todos los demás que sólo se distinguía por poseer una inteligencia
mucho más ‘desarrollada’. No hace falta señalar las nefastas consecuencias que acarreó
el surgimiento de tan singular creatura.
_
Es evidente que el dios de los cristianos ha actuado con negligencia. Creó al
ser humano para dejarlo a su suerte, permitiendo que hiciera y deshiciera en el
planeta Tierra- señaló de forma enfática el fiscal que había decidido llevar a
juicio al creador de la vida en el tercer planeta del sistema solar.
_ Sea más específico en sus acusaciones– solicitó el Juez.
_ Basta echar un vistazo al estado actual del planeta a cargo de este demiurgo para darse cuenta del caos en que está inmerso. El llamado hombre se ha encargado de destruir sistemáticamente a todas las demás especies animales y vegetales. Ha contaminado ríos, desecado ciénagas y humedales, deforestado miles de hectáreas de bosques y selvas y extinguido numerosas especies animales.
”Pero como si no fuese poco con destruir el hábitat de las otras especies, el humano se ha ensañado contra sus congéneres. Basta ver la cantidad de asesinatos, abusos sexuales, torturas y demás vejámenes y actos depravados que cometen los hombres a diario para formarse una clara idea de la inoperancia de mi acusado. En su momento todos ustedes alabaron la genialidad de esta deidad, pero ahora ha quedado comprobado que él mismo ha contribuido por omisión a hacer añicos su obra sin que nadie le ponga freno”
_ ¿Qué tiene que decir el sindicado en su defensa? –inquirió el juez.
_ Su señoría –alegó el dios de los cristianos- Yo no voy a eludir mi responsabilidad. Sé mejor que nadie que mi creación adolece de grandes fallas. Pero es que yo nunca pretendí crear un sistema paternalista en el que yo vigilara estrechamente a mis creaciones y las borrara del mapa cada vez que se equivocaran. Mi objetivo desde el principio es que los humanos aprendieran a vivir en armonía con la naturaleza, con los otros animales y con sus semejantes por sí mismos. Que el respeto y el cuidado de su entorno fuera fruto de su experiencia y no de mis imposiciones…
_ ¡Patrañas! –interrumpió el fiscal- Ese es el argumento que esta deidad ha esgrimido por siglos para justificar su inacción. Pero es que ese precisamente es el problema: desde hace mucho tiempo ha sido más que evidente que los hombres son incapaces de “vivir en armonía con su entorno” por ellos mismos. La situación demandaba medidas más coercitivas y menos tolerantes.
_ Sea más específico en sus acusaciones– solicitó el Juez.
_ Basta echar un vistazo al estado actual del planeta a cargo de este demiurgo para darse cuenta del caos en que está inmerso. El llamado hombre se ha encargado de destruir sistemáticamente a todas las demás especies animales y vegetales. Ha contaminado ríos, desecado ciénagas y humedales, deforestado miles de hectáreas de bosques y selvas y extinguido numerosas especies animales.
”Pero como si no fuese poco con destruir el hábitat de las otras especies, el humano se ha ensañado contra sus congéneres. Basta ver la cantidad de asesinatos, abusos sexuales, torturas y demás vejámenes y actos depravados que cometen los hombres a diario para formarse una clara idea de la inoperancia de mi acusado. En su momento todos ustedes alabaron la genialidad de esta deidad, pero ahora ha quedado comprobado que él mismo ha contribuido por omisión a hacer añicos su obra sin que nadie le ponga freno”
_ ¿Qué tiene que decir el sindicado en su defensa? –inquirió el juez.
_ Su señoría –alegó el dios de los cristianos- Yo no voy a eludir mi responsabilidad. Sé mejor que nadie que mi creación adolece de grandes fallas. Pero es que yo nunca pretendí crear un sistema paternalista en el que yo vigilara estrechamente a mis creaciones y las borrara del mapa cada vez que se equivocaran. Mi objetivo desde el principio es que los humanos aprendieran a vivir en armonía con la naturaleza, con los otros animales y con sus semejantes por sí mismos. Que el respeto y el cuidado de su entorno fuera fruto de su experiencia y no de mis imposiciones…
_ ¡Patrañas! –interrumpió el fiscal- Ese es el argumento que esta deidad ha esgrimido por siglos para justificar su inacción. Pero es que ese precisamente es el problema: desde hace mucho tiempo ha sido más que evidente que los hombres son incapaces de “vivir en armonía con su entorno” por ellos mismos. La situación demandaba medidas más coercitivas y menos tolerantes.
En la sala se escaparon algunos
comentarios de los muchos asistentes a la audiencia. Uno de ellos masculló:
“qué defensa más absurda la del dios de los cristianos. Si los humanos se
quisieron destruir entre ellos mismos vaya y venga. Pero qué culpa tienen las
pobres plantas y animales que han sido aniquilados. Ellos nunca tuvieron cómo
defenderse ante la arremetida humana. Y este monigote no hizo nada para
protegerlos. Es un sádico”.
“¿Qué pruebas tiene para respaldar sus
acusaciones Fiscal?”, preguntó el Juez. De Inmediato el Fiscal puso sobre el
podio del togado cientos de fotografías, documentos, incluso videos que daban
cuenta de los delitos más horrendos: trata de personas, masacres, prostitución
infantil. Una de las carpetas proporcionadas por el sujeto acusador contenía
imágenes de animales confinados en reducidas jaulas, con sus cuerpos llenos de
magulladuras, sin alguna de sus extremidades. Algunos habían perdido uno de sus
ojos, habían sido violados o estaban encadenados. Eran imágenes realmente
escalofriantes.
El fiscal tomó algunas de esas fotos y
las exhibió ante los presentes. La mayoría no ocultaron su indignación al
contemplar al espléndido pájaro elefante extinto por la mano del hombre, a un
caballo famélico arrastrando una pesada carretilla atiborrada de escombros y a
un toro que parecía derramar lágrimas luego de que el torero le hubiera clavado
en el lomo una banderilla.
_Todo no es más que exageraciones motivadas
por la envidia que siempre me han tenido –arguyó el dios de los cristianos- Le
puedo garantizar su señoría que si me dan un tiempo yo puedo remediar la
situación.
_ ¡Qué cínico! –Replicó el Fiscal- Después de miles de años por fin muestra interés en “remediar la situación”. Esa situación, como usted la llama, ha llegado a un nivel tan caótico que casi no tiene remedio. Porque no admite que usted disfrutaba con tanta depravación. Que se masturbaba viendo como ultrajaban a cientos de mujeres o reía contemplando como miles de animales se quedaban sin donde vivir por culpa de la expansión sin freno de la raza humana.
_ ¡Qué cínico! –Replicó el Fiscal- Después de miles de años por fin muestra interés en “remediar la situación”. Esa situación, como usted la llama, ha llegado a un nivel tan caótico que casi no tiene remedio. Porque no admite que usted disfrutaba con tanta depravación. Que se masturbaba viendo como ultrajaban a cientos de mujeres o reía contemplando como miles de animales se quedaban sin donde vivir por culpa de la expansión sin freno de la raza humana.
Los ánimos se caldearon. Se oían palabras
de reproche en toda la sala. El juez llamó al orden y le exigió al Fiscal
compostura y prudencia. Acto seguido procedió a inspeccionar minuciosamente el material probatorio
y finalmente anunció un receso durante el cual iba a decidir su veredicto.
Terminado el receso afirmó: “Bueno, creo
que el material es profuso y contundente. No me queda más remedio dios de los
cristianos que revocarle la credencial que lo acredita como deidad. Desde el
día de hoy ya no tiene mando sobre la Tierra. Se nombrará a un dios sustituto
hasta que el director de la Universidad Diocesana escoja entre sus egresados más
brillantes a la divinidad más idónea para hacerse cargo de ese planeta de la
vía láctea.
Sábado 03 de noviembre. Varios hombres se aprestaban a talar un
majestuoso árbol que cobijaba con su sombra un amplio sector del sur de Cali,
sólo con el fin de darle paso a la construcción de un enorme centro comercial. Procedieron
a encender la motosierra. De repente una nube de pájaros que tenían su hogar en
el árbol se abalanzó sobre ellos; usando sus picos como dagas las aves
penetraron en cada resquicio de la humanidad de esos hombres causándoles la
muerte instantánea. El dios sustituto
había empezado a poner orden en la casa.