sábado, 12 de octubre de 2013

ANÁLISIS DE 'EL POLÍTICO' DE PLATÓN

En la primera parte del diálogo intitulado ‘El Político’ Platón intenta construir una definición de lo que es la política y producto de dicho esfuerzo concluye que ésta –a la que confiere el título de “arte real”- es una ciencia de naturaleza cognoscitiva. Para el autor es preciso dividir en dos ramas esa ciencia cognoscitiva.

Con el objeto de efectuar esta división el autor acude al ejemplo del arte de calcular cuya función no es otra que la de juzgar lo que él conoce, en contraposición de la ciencia ejercida por los arquitectos quienes no se limitan a emitir sus juicios, sino que “debe(n) continuar dando las directivas apropiadas a cada uno de los obreros, hasta tanto ellos hayan cumplido la labor que se les ordenó”[1]. Al primer tipo de ciencia la denomina crítica y a la segunda, directiva. La política pertenece, según Platón, a esta segunda categoría.

El autor, a través del diálogo sostenido por el Extranjero y el Joven Sócrates, continúa aproximándose a la definición de político dividiendo en pares cada uno de los conceptos que salen a flote durante su disertación; es así como divide la ciencia directiva entre aquella ejecutada por los “heraldos” y quienes se limitan a impartir directivas ajenas, y la calificada como autodirectiva que es la que realmente corresponde a quienes ejercen el arte real, es decir los auténticos gobernantes.   

El proceso continúa y así Platón señala que el arte real está orientado a dirigir a seres vivos. En esta instancia es cuando aparece un concepto fundamental para la primera etapa de la lectura: el de crianza, que se divide entre crianza individual y crianza colectiva. Por supuesto que Platón pone de manifiesto cuál de estos dos tipos de crianza es inherente al arte real: “Pero claro está –dice el autor- que en el político no podemos descubrir un individuo dedicado a la crianza individual, a la manera de quien cuida de un solo buey o ejercita su único caballo, sino que más se asemeja a un pastor de caballos o de bueyes”[2]

Este concepto del político como hombre dedicado a la crianza colectiva de otros hombres se torna conflictivo cuando Platón, en boca de El Extranjero, manifiesta que hay muchas artes que le disputan a ese político la potestad de criar al rebaño humano. El problema entonces radica en apartar del político “a cuantos se agitan en su derredor y le disputan el arte de apacentar” esto con el objeto de presentarlo a él “en su pureza…”[3].

Para enmendar el error en el que se cayó al dar una definición incompleta del arte real, Platón apela a un extenso mito que recrea un mundo bajo la tutela de un Dios que prodiga a los seres humanos todo cuanto necesiten para subsistir sin que éstos deban hacer ningún esfuerzo. Pero esa deidad finalmente decide abandonar a su suerte aquel mundo obligándolo a gobernar por sí solo a las criaturas que en él habitan; el mundo entonces se convierte en un caos en donde los seres humanos se ven obligados a luchar arduamente para conseguir qué comer, cómo sobrevivir.

Dicho mito, en concepto del autor, revela las deficiencias de la definición de político como pastor que cría la colectividad de seres humanos, ya que ésta se asimila con la idea de pastor divino de la primera fase del mito, cuando en realidad los “políticos actuales son mucho más semejantes por su naturaleza a los hombres por ellos gobernados y que la cultura y la educación de la que tienen parte se aproximan mucho más a las de sus gobernados”[4]. En procura de revertir esta equivocación Platón propone acudir a la idea de cuidado y no a la de crianza  cuando se hace referencia al arte político. En conclusión, el mito sirve para rectificar o mejor desandar un camino quizás equivocado o impreciso que el autor había tomado para explicar la naturaleza del arte real.

Después de hecha esta rectificación para el autor se vuelve imprescindible recurrir a un modelo que sirva para explicar qué es y cómo se explica el arte político. La pertinencia de la adopción de un determinado modelo se explica en el siguiente párrafo: “…¿para nada desentonaríamos ni tú ni yo –dice el extranjero-, si comenzáramos tratando de ver en un modelo particular la naturaleza del modelo en general y, a continuación, trasladando a la forma del rey, que es la más importante, la misma forma que hallamos en cosas menores, nos propusiéramos, mediante un modelo, conocer metódicamente en qué consiste la atención de los asuntos de la ciudad, para que el sueño se vuelva vigilia?”[5]

Este fragmento de la lectura yo lo interpretó de la siguiente manera: el arte de tejer guarda similitudes con el arte político, o al menos se pueden comparar de manera metafórica; es decir que un arte relativamente conocido y fácil de comprender como el de confeccionar tejidos serviría de ejemplo para explicar una ciencia mucha más abstracta y aparentemente más compleja como lo es la política. Tal modelo podría parangonarse con las parábolas de Jesucristo, relatos que apelando a sucesos propios de la cotidianidad de las personas a quienes iban dirigidos trataban de explicar cuestiones de naturaleza divina o religiosa.

Luego de elegido el arte de tejer, el autor procede a dividirlo por pares tal y como lo ha hecho a lo largo del texto para identificar aquellas características que realmente lo diferencian de cualquier otro tipo de arte que dispute su labor. En este proceso se identifican “dos artes referidas a todo cuanto se hace (…) uno que es concausa de la producción y otro que es causa del mismo”[6]. En el caso del arte de tejer, las concausas serían aquellas que proveen las lanzaderas y demás instrumentos destinados a la confección de las vestimentas. Las causas, por su parte, abarcarían a la acción de fabricarlas como tal.

Posteriormente Platón extrapola el ejemplo de las concausas y causas al arte político: “…a todas aquellas artes que fabrican algún instrumento, pequeño o grande, referido a la ciudad, se las tendrá por concausas: sin ellas jamás podrá existir ni ciudad ni política; sin embargo, a ninguna de ellas la consideraremos jamás función del arte real”, dice[7]. Vale la pena destacar que en lo referido a la producción de las vestimentas,  las concausas son un arte “disociador” (cardar, hilar), mientras que el arte de tejer es de naturaleza asociativa ya que su función es entrelazar dos hilos para crear una unidad que proteja al cuerpo de la intemperie. Es decir, en mi concepto, que la política es un arte que asocia diversos elementos de la ciudad para procurar su protección y bienestar tal y como se explica más adelante en el texto.

A continuación en el texto se expone que el único régimen real es el del rey que, poseyendo el arte real, imparte directivas justas y convenientes que propenden por el bienestar, el cuidado y el mejoramiento del rebaño bajo su dominio, sin importar si estas directivas son aceptadas voluntariamente o impuestas forzosamente, o si se ajustan o no a códigos y leyes ya existentes.

Los otros regímenes políticos serían simples imitaciones de aquel régimen ideal, réplicas que necesariamente deberán ceñirse a un código escrito para prevenir que sus gobernantes tomen decisiones perjudiciales o inconvenientes para el bienestar de sus gobernados. Al aplicar este esquema al gobierno de los ricos, se llamará aristocracia cuando se adhiera a normas escritas y a las costumbres tradicionales; si hace caso omiso a las leyes se le denominará oligarquía.

Platón, refiriéndose a la monarquía, dice: “si gobierna un único individuo que se halla en verdadera posesión de la ciencia, se le aplicara, en todos los casos, el mismo nombre de ‘rey’ y ningún otro”. En el caso contrario, cuando se haga referencia a “un único gobernante que no actúa ni conforme a las leyes ni según costumbres, pero pretende, a la manera de quien posee un arte, que debe realizarse lo mejor, aun cuando sea contra la letra escrita, siendo la concupiscencia y la ignorancia guías de esta imitación”, se le llamará tirano[8].

Así Platón rectifica una definición de tirano que había enunciada en páginas anteriores del texto. Debemos retroceder hasta el momento del diálogo en el que El Extranjero decide cambiar la noción de “crianza” del rebaño que realiza el político, por la de “cuidado”.  Este cuidado, según el autor, puede ser compulsivo o voluntario. Quien posee el arte real nunca pondría en práctica ese arte compulsivamente, es decir, imponiendo sus directivas por encima de la voluntad de los gobernados. “Cuando recurre a la compulsión llamamos ‘tiránico’ al arte de brindar cuidados”[9], afirma Platón. Sin embargo este autor posteriormente especifica que un gobierno tiránico no se define en razón de la imposición de sus decisiones, sino más bien de que éstas se alejen de los códigos escritos y las costumbres, y además busquen resultados contrarios al bienestar y protección de los gobernados.

Sobre la valentía y la sensatez
Nos acercamos al final del texto y encontramos que el autor incorpora tres conceptos que guardan afinidad con la ciencia política: la oratoria, la estrategia y la jurisprudencia. A la primera Platón la considera “la competencia propia del político”[10]. Sobre la segunda, el autor manifiesta que el “amo y señor” del arte bélico en su conjunto es el arte real. Sin embargo sobre la jurisprudencia señala que ésta no es función real; el político es entonces un guardián de las leyes y “está al servicio de esta función”[11]. En honor a la verdad debo decir que este punto no me quedó del todo claro ya que según el mismo texto el régimen perfecto es aquel cuyo gobernante –el filósofo rey- posee la experticia suficiente para “elaborar”, cuando la situación lo amerita, normas que se ajusten y sirvan para solucionar problemas muy específicos que surjan en el seno de las ciudades, cuando las preexistentes resulten ineficaces para enfrentar dichos conflictos.

Ya para terminar es preciso traer a colación cuáles son los elementos de los que se sirve el político para confeccionar “el más magnífico y excelso de todos los tejidos”, tal y como está señalado al final del texto. Para esclarecer esta cuestión es preciso decir que existen dos partes antagónicas de la virtud: la sensatez y la valentía. Estas dos cualidades en su justa medida son dignas de encomio, pero cuando rayan en la exageración se convierten en peligrosos defectos sobre todo en lo referente a la ciudad y los peligros que la rodean. Aquellos habitantes de la ciudad que son en extremo sensatos corren el riesgo, según Platón,  de perder “toda aptitud para la guerra, crean en la juventud idéntica disposición y están siempre a merced de sus agresores, razón por la cual no hace falta que pasen muchos años para que tanto ellos como sus hijos y la ciudad toda, a menudo sin darse cuenta, se vuelvan de libres, esclavos”[12].

Por otro lado los excesivamente valientes “están siempre urgiendo a sus ciudades a entrar en alguna guerra (…) y exponiéndola a enemistad con muchos y poderosos oponentes, acaban por destruirla íntegramente…”[13]. Ahora bien, ante semejante situación Platón plantea que el arte real combina y entrelaza a quienes tengan inclinaciones por la sensatez o por la valentía tal y como lo hace el tejedor con la urdimbre y la trama; aquellos con carácter propenso a la valentía serían el equivalente a la primera, mientras que aquellos inclinados hacia la sensatez se asimilarían a la segunda.

Pero antes de continuar es fundamental recordar el papel que para Platón desempeña la educación en el entrelazamiento de la trama (sensatez) y urdimbre (valentía). No se debe pensar que cualquiera es digno de poder convertirse en una persona digna de pertenecer al régimen real. El arte real “no permitirá a quienes por ley educan y crían, ejercitar a sus pupilos sino en aquellos con cuya realización se logre algún carácter que sea conveniente para la mezcla que es su obra (…) a quienes son incapaces de participar de un carácter valiente y sensato y de todo cuanto tienda a la virtud, y que, por el contrario, debido a la fuerza de su mala naturaleza son arrastrados a la impiedad, a la desmesura y a la injusticia, los elimina con la muerte o el exilio o los castiga con las penas más infamantes”[14].

Ese fragmento de la lectura yo lo interpreto de la siguiente manera: sólo aquellos que tengan una propensión natural hacia la virtud (manifestada en forma de sensatez o valentía) pueden ser acreedores de una educación que potencialice esa condición y los convierta en personas aptas para hacer parte de los hilos que componen el tejido que envuelve y protege a la ciudad.
Además de esta educación, al final de la lectura se plantea otra estrategia para hacer más sólida esa mezcla entre caracteres mesurados y aquellos osados: consiste en la promoción de enlaces matrimoniales entre personas con inclinaciones antagónicas, es decir, entre sensatos y valientes, ya que “la valentía, si se ha reproducido en muchas generaciones sin mezcla con una índole sensata (…) acaba, al fin, en una abundante floración de locuras”. Entre tanto, “el alma saturada de modestia y sin mezcla con la audacia valiente, si así se reproduce por muchas generaciones, naturalmente se va abastardando más de lo oportuno y acaba, por fin, por arruinarse completamente”[15].

                                                                                                                    





[1] Platón, “Político” en Diálogos, traducción María Isabel Santa Cruz, Editorial Gredos S.A, Madrid, 1992, pág. 506
[2] Op. Cit. Pág. 509
[3] Op. Cit. Pág. 524
[4] Op. Cit. Pág. 540
[5] Op. Cit. Pág. 548
[6] Op. Cit. Pág. 554
[7] Op. Cit. Pág. 568
[8] Op. Cit. Pág. 596
[9] Op. Cit. Pág. 544
[10] Op. CIt. Pág. 604
[11] Op. Cit. Pág. 605
[12] Op. Cit. Pág. 610
[13] Ibídem
[14] Op. Cit. Pág. 612
[15] Op. Cit. Pág. 615

martes, 8 de octubre de 2013

(SOBRE) VIVIR EN CALI

Si usted es patán, arrogante, le importa un pito el bienestar de los otros, y es bulloso y pendenciero, se sentirá a sus anchas en una ciudad como Cali. No le importará ver cómo alguien arroja a la calle el empaque de cualquier alimento, sólo porque le dio pereza guardárselo en el bolsillo para deshacerse de él en su casa. Tampoco le importará ver la ciudad inundada de toneladas de basura. Mientras usted esté limpio la suciedad del exterior no importa; además tarde o temprano tendrá que pasar el carro recolector de desperdicios.

Es probable que para usted no suponga ningún problema toparse en un parque con un sujeto malencarado que saca a pasear a un rabioso pitbull sin collar  y sin correa, con la única intención de aparentar más hombría de la que realmente tiene. Menos sufrirá si el individuo en cuestión voltea para otro lado mientras su chandita defeca en cualquier sitio, sin afanarse por recoger esos excrementos. Que los demás se las arreglan para caminar haciendo equilibrios sólo con el fin de no embadurnar sus zapatos con esa mierda.

Seguro para usted no representará mayor lío abordar el MÍO y observar a hombres jóvenes arrellanados en los puestos azules destinados a ancianos, discapacitados y embarazadas. Tampoco tendrá inconveniente en tener de vecino a un manteco oyendo a todo volumen reggaetón en su celular o en  cualquier radio viejo.

Si por casualidad tiene que viajar en un bus tradicional, no tendrá inconveniente en escuchar las clasudas emisoras que le gustan a los choferes y sus ayudantes: Guarralímpica Estéreo, Radio Uno, etc., todas caracterizadas por sus locutores vulgares y horteros que hacen gala de un humor de letrina.

Menos va a sufrir por tener de vecinos a lunáticos que cada ocho días hacen fiesta hasta altas horas de la  madrugada, o por vivir cerca de una cantina disfrazada de tienda desde la que surgen los destemplados y vomitivos cánticos de los ‘líricos’ de la música popular. Al fin y al cabo el caleño es alegre por naturaleza.

Tampoco lamentará el  no poder caminar a sus anchas por un  barrio del oriente de Cali por temor a cruzar una frontera invisible y ganarse una puñalada o un balazo descerrajado por un pandillero desquiciado.

No le importará tampoco el abrumador desempleo que asfixia esta ciudad, ni el hecho de que tantos infelices deban vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario exiguo, teniendo que aguantar además largas jornadas, dominicales y horas extras no pagados, rabietas y madrazos de los jefes y el hecho de desempeñarse en una labor en la que no crecen personal, ni intelectualmente.

Menos le va a importar vivir en una ciudad y un país en donde sólo progresan los hijos de ricos, los traquetos y narcos, y las prostitutas; donde a una ‘chica águila’ le pagan por el simple hecho de ser bonita y exhibir sus piernas, culos y tetas.

Tampoco será de su incumbencia el creciente desplazamiento de miserables que a falta de un Estado que procure su bienestar, invaden cuanto recoveco encuentran en los cerros de la ciudad para instalar sus ranchos en los que malviven.

¿A usted eso qué le va a importar? Pero si eso sí le importa y le duele, de verdad lo siento por usted, pues no le toca  vivir en Cali, le toca sobrevivir.


sábado, 29 de junio de 2013

La censura y los medios



Para empezar debo comenzar por decir que no estoy de acuerdo con ningún tipo de censura y mucho menos apruebo que alguna instancia -bien sea gubernamental, militar, o de cualquier tipo- se arrogue el derecho de ejercerla para vetar contenidos contrarios a sus intereses. El acceso a la información debe estar libre de restricciones para que los ciudadanos sean capaces de formarse un criterio sin distorsiones y se conviertan así en sujetos críticos y analíticos.

La censura es propia de gobiernos y modelos de Estado dictatoriales que están empeñados en encubrir sus errores y desaciertos y ensalzar sus logros para crear de esa manera una imagen falseada de su situación política, social y económica. 

Ejemplos hay muchos. Recientemente en la República Popular China se han censurado informaciones provenientes de medios extranjeros sobre la corrupción de miembros del partido comunista del gigante asiático. Una descripción muy elocuente de esa distorsión de la realidad está plasmada en la novela ‘1984’ de George Orwell donde se recrea una sociedad ficticia donde el gobierno falsea a su antojo los hechos y la historia llegando al punto de modificar algo que supuestamente es inmodificable como el pasado. Es así como en la obra literaria el gobierno del Gran Hermano desaparece, tanto de los archivos oficiales como de los medios de comunicación, cualquier vestigio de aquellos que se volvieron por cualquier motivo molestos para el régimen.

Otro caso muy cercano de censura ocurre en Venezuela, país donde el régimen chavista ha llegado al punto de no renovarle la licencia de transmisión a un medio de comunicación como RCTV sólo por ser crítico de sus excesos.

La autocensura
En el caso particular de Colombia –en especial en los últimos años- no ha sido la censura lo que ha primado, sino la autocensura. Es decir, la decisión de los dueños de los medios de comunicación por abstenerse de tratar y difundir ciertos contenidos mientras hace eco a otros.

Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta podría ser simple: los medios de comunicación en Colombia en su mayoría pertenecen a grandes conglomerados económicos que tienen intereses en diferentes sectores de servicios, industria y agroindustria, entre otros. Estos medios están alineados a los postulados del neoliberalismo, el libre comercio, la inversión extranjera y los beneficios a grandes empresas. En ese orden de ideas se enfocan en mostrar una imagen positiva de este modelo económico y de los gobiernos que lo impulsan o defienden. 

Las fuerzas de seguridad del Estado que en teoría existen para preservar la vida, obra y bienes de los ciudadanos, pero que en la práctica protegen el modelo económico anteriormente descrito, también son objeto de especial tratamiento por parte de los grandes medios de comunicación. Cuando ocurre un delito cometido por la Fuerza Pública, los grandes medios de comunicación no lo difunden con la misma intensidad que aquellos crímenes –totalmente condenables, por supuesto- cometidos por las Farc. Hay una asimetría en el tratamiento de la información que es especialmente notoria en los noticieros de los canales privados de televisión.

El fenómeno de la autocensura fue especialmente visible en el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Durante sus ocho años de mandato el ex mandatario antioqueño impulsó medidas que favorecieron el crecimiento de las grandes empresas. Además una de sus banderas de gobierno fueron la confianza inversionista y la firme del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.  Fue así como su gobierno recibió el guiño de los medios masivos de Comunicación e incluso Alejandro Santos, director de la influyente revista Semana, manifestó su simpatía hacia él. El ex presidente Uribe se convirtió en una vedette de los medios que se encargaron de mostrar sus logros –los cuales nadie puede desconocer, sobre todo en materia de seguridad- a la par que circunscribían a espacios marginales los escándalos y cuestionamientos que envolvieron su mandato.

Otro factor que sin duda propicia la censura en Colombia es el miedo. Grupos criminales como las FARC, el ELN, las bacrim, los paramilitares, bandas del narcotráfico y, desafortunadamente, algunos agentes del mismo Estado amedrentan y ejercen violencia contra los comunicadores para aplicarles una mordaza y evitar que denuncien sus tropelías. 

Es así como los mismos medios se silencian a sí mismos para no tocar temas sensibles que afecten un status quo que les es favorable o por simple temor. En conclusión puedo decir que todos los que estudiamos periodismo lo hicimos con la ilusión de ejercer nuestra carrera de manera independiente, valiente y sin ataduras que obstaculizaran nuestra profesión. Soñamos con ser periodistas críticos, analíticos que denuncien y que no se prosternen ante los grandes poderes políticos y económicos. No obstante la realidad suele ser muy distinta.

Un remedio para contrarrestar la autocensura consistiría en que los grandes medios hicieran un acto de contrición y se comprometieran a darle un tratamiento más equilibrado a la información. También es importante que surjan medios alternativos que no respondan a intereses netamente mercantilistas y, por último, es fundamental que el Estado garantice la seguridad de los comunicadores.

Censura no, moderación sí
Queda claro que a mi parecer no debe existir censura de ninguna especie y considero maravilloso que hoy se pueda tener acceso casi que ilimitado a la información gracias a  internet. También miro con simpatía fenómenos como el de Anonimous y Wikileaks, dos organizaciones que han revelado oscuros secretos de los grandes poderes en el mundo. De alguna manera estos fenómenos favorecen una democratización del acceso a la información. No obstante si considero que debe haber moderación por parte de quienes difunden estas informaciones. Hoy en día cualquier puede fungir de comunicador sin ningún control lo que le permite difundir noticias falaces o malintencionadas. Quienes transmiten la información deben esmerarse en ser exhaustivos en cuanto a verificar la veracidad de sus noticias y no limitarse a propalar rumores sin fundamento que puedan destruir honras o afectar negativamente a las personas o a la sociedad.

También debe haber instancias capaces de ejercer controles hacia aquellos que convierten los medios de comunicación en tribunas para la chabacanería, el doble sentido, la ridiculización de las personas o la propagación de noticias mendaces que sólo favorecen los intereses de algunas personas que mueven los hilos de estos mismos medios. Eso sucede muchos sobre todo en medios radiales y juveniles que hacen apología a la vulgaridad, o con ciertos periodistas sin ética que convierten su profesión en una herramienta para hacer proselitismo político a cambio de prebendas y favores.


martes, 23 de abril de 2013

INJUSTICIA PENAL MILITAR

En noviembre de 2012 una bala supuestamente descerrajada por un policía acabó con la vida de Clisman Eduardo Tuquerres en la Buitrera, corregimiento al sur de Cali. No voy aquí a pronunciarme sobre la culpabilidad e inocencia del uniformado porque eso le compete a la Justicia, pero sí debo decir que éste es un caso ilustrativo de lo que puede pasar con la ampliación al fuero militar.

En primera instancia el caso fue asumido por la justicia penal militar. Meses después el agente de la policía quedó libre por vencimiento de términos. Sin embargo el Consejo Superior de la Judicatura dictaminó que el caso pasará a la justicia ordinaria. En el curso de esa nueva etapa del proceso judicial el policía fue cobijado con medida de aseguramiento.

Todos estos hechos parecerían corroborar que la justicia penal militar es un camino directo a la impunidad a juzgar porque bajo su jurisdicción el policía quedó libre, mientras que en la jurisdicción ordinaria resultó privado de la libertad.

Ahora analicemos la situación a la luz de la ampliación del fuero militar. Con esta reforma el Consejo de la Judicatura pierde la potestad de definir cuál justicia debe juzgar a los miembros de la fuerza pública. La decisión pasa a ser asumida por una comisión entre cuyos integrantes hay militares. Uno podría especular que si el caso de La Buitrera hubiera entrado a análisis en esta comisión, los militares por solidaridad de cuerpo hubieran decidido remitir el caso a la Justicia Penal Militar.

Claro, están los que afirman que a los militares los deben juzgar funcionarios que conozcan las singularidades de la guerra que asola a Colombia. Pero eso no puede ser un camino a la impunidad

Algunos sectores quieren retratar ante la opinión pública unas fuerzas militares desmoralizadas por la persecución de una justicia que no entiende o no conoce las características peculiares de los actos del servicio en el marco del conflicto interno colombiano. Pero lo conocido recientemente sobre Tolemaida, donde unos militares condenados por graves delitos salían a la calle cuando se les antojaba entre otras prebendas refleja que los miembros de la fuerza pública gozan de muchas garantías que rozan en la impunidad.

Y ahora incluso los militares envueltos en graves crímenes reclaman en el marco del actual proceso de paz que ellos también resulten beneficiados con indultos. En pocas palabras la fuerza pública igualándose a los criminales de las Farc. No hay punto de comparación porque los militares y policías representan al Estado y existen para preservar el orden y como tal deben tener un comportamiento intachable. Si incurren en delitos deben responder por traicionar el propio papel que desempeñan en la sociedad.

Si hay una justicia especial para militares que entienda las particularidades de su actuación durante la guerra pues que la haya, pero que no se convierta en un camino expedito hacia la impunidad y la injusticia.

martes, 26 de marzo de 2013

Una historia de bullyng

Risas, risotadas, carcajas ensordecedoras. Para Eberth la risa siempre fue un sonido nauseabundo y fastidioso. Pero ese viernes de septiembre del 2002 las risas resultaron especialmente humillantes ya que era Eberth quien las producía, y no porque hubiese dicho algo gracioso, sino porque estaba protagonizando una escena vergonzosa, patética y lastimera.

Ahí estaba el desgarbado joven en medio del salón de clases, sosteniendo entre sus manos la panela que hace poco había liberado de su envoltorio rojo. Todos reían, a todos les causaba gracia el derrumbe moral de un ser humano. Se regodeaban en la miseria del más patético de sus compañeros de clase. "Mi regalo va a ser muy dulce", había pronunciado Camilo, el verdugo de Eberth antes de entregarle a éste el paquete rojo. De inmediato Eberth lo palpó. "Es una piedra", sentenció. Abrió el obsequio y descubríó la panela. Era obvia la intención. Lo usual al jugar amigo dulce es regalar chocolates, dulces, bombones, y no un alimento que suele servir de insumo para el desayuno de los más pobres.

"Mirá quién está atrás", le comentó al oído a Eberth una de sus compañeras. Él dio media vuelta y observó a Tatiana, la novia de su verdugo. La sonrisa que se dibujaba en su cara era de victoria y satisfacción. Eberth observó de nuevo el paquete color carmín y descubrió unas pequeñas tarjetas que iban junto con la panela. "Eberth te entregó este regalo con muchos cariño, pero lávate bien los dientes para que te sepa mejor...te lo digo con cariño porque tienes los dientes muy amarillos... tienes la boca podrida". Las tarjetas hacían alusión a la mala higiene bucal de Ebert. En síntesis el deseo de destruir emocionalmente al joven era evidente.

La orgía de risas que se había desatado no amainaba. Eberth tiró la panela por la ventana del salón de clases y observó como se estrellaba contra el suelo. ¿Qué pasó después?, sencillamente no lo recuerda, su mente simplemente se bloqueó en ese instante.

¿Que si se merecía Eberth experimentar tan terrible trance?, quizás. Era el castigo justo a su estupidez, a su ingenuidad. Él siempre fue un joven encerrado en sí mismo, casi autista, incapaz de adaptarse a su entorno y esas son falencias que en el árido terreno de la vida escolar se pagan muy caro. El día anterior había participado en una insulsa actividad en la que cada alumno se paraba al frente del salón para oír la opinión que sus compañeros tenían sobre él. Eberth se despachó criticando a Raymundo y todo el mundo. Hubiese sido más inteligente guardar silencio ya que esas críticas sólo avivaron el fuego de la rabia y el desprecio que sus compañeros  le guardaban.

Porque lo que vivió aquel viernes no fue una simple broma de adolescentes, fue un acto de desprecio fraguado para destruir hasta los tuétanos. Y lo peor es que se trató de un hecho premeditado del que la mayoría de sus compañeros tenían conocimiento. Se quedó grabada en la mente de Eberth la imagen de Julián Gálvez -a quien  sacó de amigo secreto- cuando le entregó el obsequio. Gálvez esbozó una sonrisa irónica, preludio de lo que ocurriría a continuación. Todos los compinches de Camilo sabían lo que iba a pasar; era como si hubieran comprado entradas para una cruel comedia en la cual su protagonista sufriría el mayor de los ridículos. Pero Eberth se lo buscó. Fue el precio que tuvo que pagar por su debilidad, su falta de viveza, su naturaleza tan diferentes a la de aquellos que le rodeaban.

La actitud asumida por los profesores de Eberth después de ocurrido el hecho en mención fue negligente. Sencillamente se hicieron los de la vista gorda; Camilo no fue objeto de ninguna sanción y a los demás ni siquiera los reprendieron por burlarse sin piedad de un compañero. Pero así es la vida; los profesores y directivos de los colegios parecen estar más preocupados por la buena imagen de sus planteles, por los puntajes del Icfes, en fin por mil cosas antes  que por el bienestar psíquico de sus estudiantes.

En los colegios el bullyng no debería ser ignorado  bajo la excusa de que es un fenómeno normal en la adolescencia. Las directivas y profesores tampoco deberían esgrimir el argumento de que las víctimas tienen que aprender  a defenderse solas. Pero para Eberth ya no es tiempo de llorar; pagó caro el cometer el mayor de los pecados para un ser humano: el ser débil. Porque este mundo está hecho a la medida de los hampones que son capaces de pisotear a quien sea para satisfacer sus placeres. Ahora sólo le queda luchar contra el deseo de que los hijos de sus victimarios pasen por lo que él pasó. 

martes, 12 de marzo de 2013

PACIENCIA Y ESPERANZA


Resulta una verdad de Perogrullo decir que Colombia se ha desangrado por cuenta de un conflicto interno que ha durado más de medio siglo. Y también es una obviedad decir que uno de los principales protagonistas de tanta barbarie han sido las Farc. El Gobierno, en cabeza de Juan Manuel Santos, se ha embarcado en un nuevo intento de ponerle punto final al conflicto entablando un diálogo con esa guerrilla.

Y como es natural no falta el escepticismo pues las Farc se han caracterizado por su tendencia a la mitomanía. Basta recordad el episodio de Emanuel, el hijo de Clara Rojas. Las Farc le hicieron creer al país que tenían al niño en su poder cuando en realidad no era así. Finalmente el entonces gobierno del ex presidente Uribe anunció que el niño nacido bajo el cautiverio estaba en poder del Bienestar Familiar. Las Farc decidieron mantener su falacia y se atrevieron a decir que de ahora en adelante “habrían dos Emanueles”, el del Gobierno y el de la Guerrilla.Pero al final una prueba de ADN confirmó lo dicho por el Gobierno.

Es natural que ese tipo de antecedentes haya vuelto a los colombianos incrédulos frente a un nuevo proceso de paz. El recuerdo del desastre del Cagúan, episodio donde el gobierno de Andrés Pastrana le entregó un pedazo de territorio colombiano a las Farc a cambio de nada y en nombre de la paz, está fresco en la memoria.

Sin embargo pese a todo hay que apoyar el actual proceso. O al menos esperar con paciencia sus resultados. Este proceso tiene dos ingredientes que son clave: primero, tiene como escenario un tercer país –cuba-, es decir, no hay despeje de un centímetro de territorio colombiano que se convierta en un refugio donde las Farc puedan delinquir; y segundo, está sucediendo sin tregua ni cese de hostilidades de por medio. Es decir no se le está dando a las Farc un compás de espera para que se fortalezcan.

Hay que darle tiempo al tiempo y ver las conclusiones de este experimento de paz. También hay que tomar nota a las propuestas de la Guerrilla. El proceso de paz arrancó en torno a un tema muy álgido: el de la tierra. La tenencia de la tierra ha sido el motor de este conflicto durante décadas y es importar llegar a soluciones consensuadas en torno a este tema.

En los procesos de paz siempre los grupos alzados en armas tienen la sartén por el mango. Y en ese orden de ideas los gobiernos tienen que hacer enormes concesiones a cambio de su desmovilización. Eso ocurrió y está ocurriendo con el proceso de paz con los paramilitares a quienes la Ley de Justicia y Paz les da el chance de purgar penas de irrisorios ocho años por sus crímenes. Por tanto es natural que en el proceso con las Farc se hable de penas alternativas, indultos y amnistías.

Hay que llenarse de paciencia y esperar los frutos del diálogo. La espera no debe durar eternamente y en caso de que el proceso entre en un estancamiento, el Gobierno decidirá si debe ponerle punto final. Hay que tener paciencia y, sobre todo, mucha esperanza.

miércoles, 13 de febrero de 2013

DEBERÍAN SER ATEOS

Alejandro Ordóñez, nuestro recientemente reeligido Procurador General de la Nación, se ha granjeado fama de católico foribundo. Sus defensores pueden arguir que en este país hay libertad de cultos y, por tanto, a nadie se les puede descalificar por sus convicciones religiosas. En parte tienen razón, pero en el caso de un funcionario público cuando los dogmas de su fe determinan las decisiones que toman, ahí nos encontramos en serios aprietos.

Y es lo que pasa con el jefe del Ministerio Público. Le ha ordenado a sus subalternos iniciar una cruzada en contra de la despenalización del aborto en tres casos específicos, decisión adoptada en el 2006 por la Corte Constitucional. También ha liderado una campaña contra la homosexualidad. Y si el Congreso o la Corte Constitucional se arriesgan a avalar la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, a nadie le puede caber duda que el Procurador se valdrá de todo el aparato de la entidad que preside para oponerse a esa decisión "contra natura".

La religión es uno de los inventos más peligrosos que ha creado el hombre. Y cuando ésta enceguece a sus fieles devotos, el resultado suele ser nocivo. Todos los cultos ingeniados por el hombre -llámese Catolicismo, Hinduismo, Protestatismo, Islamismo- legitiman y justifican el machismo, la misoginia, la avaricia y la homofobia. En el caso de la religión Católica, es una de los que más se identifica con los regímenes de derecha (no olvidemos que Jesús está a la diestra de Dios Padre). Y también se ajusta a la perfección a los postulados del capitalismo (tampoco podemos olvidar aquella máxima según la cual es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos; en pocas palabras ser pobre es una bendición).

En pocas palabras tenemos en Ordóñez Maldonado a un funcionario de derecha que siempre llorará más por su ojo diestro que por el siniestro, así trate de convencernos de lo contrario. Podríamos concluir diciendo que todos los funcionarios públicos deberían ser ateos, o al menos deberían ser capaces de evitar que su fe oriente las decisiones que toman. Qué tal que todos los jueces fueran homofóbicos; lejos de condenar a quien asesine a un homosexual, lo absolverían al instante sin necesidad de juicio.

martes, 5 de febrero de 2013

¿A QUÉ ESTAMOS JUGANDO CON EL MÍO?

Los detractores del MÍO fundamentan su animadversión tachando de indigno a este sistema de transporte. Pareciera que tras su discurso se esconde la aceptación tácita de que el sistema de transporte público de la ciudad sí es digno. Nada más lejano a la realidad. Cualquiera que haya viajado en un bus o colectivo puede dar fe de los atropellos que se sufren, todos ellos resultado en gran medida de la nefasta guerra del Centavo.

No obstante el MÍO está lejos de ser esa maravilla que algunos pintan. Sin duda tiene ventajas con respecto al transporte tradicional como el aire acondicionado, la proscripción de ciertas emisoras guarras, entre otros, pero dos hechos recientes reflejan que los articulados azules están lejos de reemplazar eficientemente los buses y colectivos.

Primero fue la crisis que golpeó al operador Unimetro y ahora los problemas económicos que han afectado al operador ETM del MÍO lo que ha acarreado la cancelación de varias rutas. Los voceros de ETM aducen que el Masivo Integrado de Occidente debería estar movilizando a cerca de un millón de pasajeros, y no sólo 400 mil como ocurre en la actualidad y es allí donde está el origen del deficit que tiene en aprietos al operador del MÍO.

El paralelismo que hace el sistema colectivo al MÍO y el transporte pirata hacen mella en las finanzas del operador. Pero uno se pregunta: ¿Si el MÍO sólo movilizando 400 mil pasajeros ya acusa tremenda congestión y un cuasi colapso, como sería si transportará al millar que tiene como meta? ¿Acaso la idea es que los usuarios viajemos como sardinas en un sistema cuya flota es insuficiente sólo para garantizar su rentabilidad?

Pero más allá de eso vale la pena preguntarse a qué estan jugando Metrocali y la Administración local. Meses atrás se planteó la salida de circulación de todos los buses del sistema tradicional de transporte. ¿Acaso el MÍO si está preparado para sustituirlo? Tras la salida de los buses y colectivos, ¿contará el MÍO con la flota suficiente para que los usuarios podamos viajar con relativa comodidad? ¿Tienen los operadores la solidez financiera para responder a ese reto?

Urge claridad. El fin del sistema público tradicional no da espera, pero su reemplazo debe ser un sistema verdaderamente digno para todos incluidos pasajeros, choferes y empleados.

miércoles, 16 de enero de 2013

AFASIA

(Cuento redactado en 2005 para una materia de la universidad)


Esa noche del 25 de marzo, todo en la vida de soledad Jiménez cambio drásticamente. Sus padres fallecieron victimas de un atentado del cual jamás se pudieron establecer las causas, lo único cierto es que tanto gloria duarte como Luis miguel Jiménez fueron ultimados a tiros mientras se trasladaban en su carro, por unos desconocidos que se movilizaban en moto. Los esposos fueron sorprendidos por la muerte en una pequeña via que conducía a una finca a las afueras de la ciudad y en la que momentos antes habían departido alegremente en una reunión familiar. El motivo de la reunión había sido, precisamente por esas ironías del destino, el cumpleaños de gloria; quien iba a pensar que el  día en que la mujer felizmente casada y con una pequeña hija cumplía años, iba a ser el miso día en que fallecería, ni menos nadie se llego a imaginar que semejante mujer con una vida tan intachable y casada con una marido tan ejemplar iba a terminar sus días de una manera tan violenta y trágica. Precisamente soledad iba en el carro con sus padres ese funesto día, sin embargo ella no fue ultimada en el atentado, se puede decir que salio ilesa, claro, físicamente hablando, porque mental y emocionalmente quedaría marcada con la imagen de sus padres bañados en sangre, perforados por varias balas y con un semblante de horror en sus rostros. Soledad vio como sus padres fueron obligados a bajar del vehiculo, luego oyó los disparos. Ella no vio a sus padres en el momento exacto en que aquellos sicarios dispararon casi a quemarropa varias balas sobre ellos, pero eso no resto horror a la macabra escena; al salir del carro vio a sus padres totalmente inmóviles, tendidos sobre el pavimento que ya se había teñido con su sangre. El alma de la niña se encogió y ella misma comenzó a palidecer ante el horror de tan terrible imagen, pero, sin embargo, no pudo derramar ni una lágrima. Era como si sus emociones estuvieran desconectadas de la realidad, como si el tiempo se hubiera detenido en ese terrible instante para no volver a avanzar nunca más.

Después del atentado pasaron varios minutos hasta que una camioneta roja parara en la escena del crimen. Eran los tíos de soledad. Al ver que lo que había pasado entraron en pánico, llamaron a la policía y luego a una ambulancia. Trataron de hacer entrar en razón a soledad, pero ella no salía de ese extraño estado de inconciencia; estaba en shock, parecía despierta, pero en realidad es como si hubiera muerto con sus padres; estaba pálida y sumida en un mutismo aterrador. Llegó la ambulancia, pero fue inútil, ya los esposos estaban muertos así que decidieron llevarse a la niña para chequearla. Luego llegó la policía y posteriormente arribó la fiscalía para efectuar el levantamiento de los cadáveres. Les practicaron la autopsia a ambos cadáveres, pero ni eso ni las investigaciones de la fiscalía arrojaron resultados positivos para esclarecer la autoría y los móviles del crimen. En otras palabras dicho asesinato, como tantos otros, estaba destinado a quedar en la impunidad. Entre tanto soledad permaneció varios días bajo observación médica y siquiátrica. El diagnostico de los doctores fue que la niña estaba atravesando por un estado de afasia severa, es decir, la niña de 8 años había perdido la capacidad de hablar debido a la experiencia traumática por la que había pasado. En otras palabras la tragedia le había arrebatado a soledad la voz, la tragedia la había condenado al silencio.

Pasaron casi siete años y soledad no se había recuperado de su afasia. Su vida era ya muy distinta. Ahora vivía en casa de sus tíos, los mismos de la camioneta roja, y con sus dos primos, Ricardo de 17 años y margarita de 15. Las autoridades competentes, cumpliendo con la voluntad que el occiso Luis miguel Jiménez había echo constar en su testamento, habían decidido entregarle la custodia y patria potestad de la niña a los tíos y también nombrarlos albaceas de los bienes que la niña había heredado de sus padres. La vida de soledad había sido muy dura debido a su afasia. Prácticamente era una discapacitada; recibió burlas en el colegio y también de los niños y muchachos de la cuadra donde residía. Ella, literalmente y a la fuerza, soportaba en silencio todas las humillaciones, pero lo peor es que al cumplir 10 años, en el colegio donde estudiaba, viendo que su afasia lejos de ser algo transitorio como habían dicho los médicos en un principio daba ya visos de ser un estado permanente, habían decidido retirarla de la institución so pretexto de que la niña necesitaba otro lugar especializado en dar educación a niños con el mismo problema que ella sufría. Los tíos ni siquiera se apuraron en buscar  ese sitio, es más, pensaban dejarla sin estudiar, pero la intervención de clara, otra tia de la niña, los hizo a regañadientes cambiar de posición. Soledad contaba por fortuna con la invaluable educación, derecho fundamental de cualquier menor de edad, pero todos sus demás derechos eran vulnerados. En efecto, en casa de sus tíos era explotada de muchas maneras, la habían convertido en una especia de sirvienta que prestaba sus servicios sin chistar y de manera gratuita. Se aprovechaban de su imposibilidad para comunicarse para obligarla a planchar, lavar, tender la cama, pero para rematar ese patético panorama, además de haberse convertido en una cenicienta postmoderna, también tenia que soportar el constante asedio y acoso sexual del que era objeto por parte de su primo mayor.

No se podía negar que las amargas experiencias por las que había tenido que pasar soledad no habían hecho mella en su belleza, una belleza lozana y fresca heredada de su madre. Esa belleza quizás compensaba en algo el hecho de ser una miserable huérfana sin lugar en el mundo, que sentía que vivía de arrimada en casa de unos parientes que otrora se mostraron amables y condescendientes, pero que ahora la trataban con desprecio y desconsideración aprovechándose tal vez de su mutismo, de su afasia, la misma que la había convertido en un ser sin posibilidad de demandar o quejarse, con una voluntad minada y débil, arrastrando en su alma un lastre de amargura y sufrimiento que por desgracia no podía gritar ni expresar con palabras. La afasia también la había condenado al abandono y a la soledad, pues en efecto pocos querían ser amigos de aquella niña que siempre andaba cabizbaja, con un semblante yerto y una mirada pérdida y meditabunda, una muda. Pero al menos además de su belleza contaba con la amistad de su tía clara, la hermana de su madre gloria, y también contaba con el apoyo de las profesoras del colegio en donde estudiaba, quienes se habían convertido en sus defensoras contra los abusos de sus tíos; por ultimo estaba Juan Carlos, su mejor amigo del colegio, un muchacho sordomudo que compartía con soledad todos sus silencios y sus confidencias. Todas estas personas se habían convertido para soledad como una especia de castillo en el que se sentía acompañada y protegida, un baluarte contra las inclemencias y abusos de la vida.

En general la vida de soledad se había estancado desde la noche en que murieron sus padres, Sin embargo todo cambiaría desde la noche en que se conmemoraría el séptimo aniversario del deceso de ambos. Para sus tíos la fecha del 25 de marzo ya pasaba inadvertida, pero a soledad nunca se le olvidaba que en esa misma fecha su vida había pasado de ser prefecta a convertirse en una pesadilla ya hace varios años atrás. En los ocho años que vivió con sus padres, soledad tubo una vida de reina, no en vano era hija de Luis miguel Jiménez, un próspero  gerente de una fabrica de calzado que generaba jugosos dividendos. Aunque no era multimillonario, en los años que llevaba trabajando el padre de soledad había acumulado una considerable cantidad de dinero que pensaba invertir en su hogar, en la educación de su hija y en un negocio independiente que pensaba montar, pues en sus adentros ya estaba cansado de tener que rendirle cuentas a un jefe. Deseaba sentirse dueño de su propio negocio, pero sus expectativas y proyectos jamás se llevaron a cabo, pues se vieron truncados por su propia muerte. Lo único que quedo de sus sueños fue ese dinero que había amasado por tanto tiempo y que ahora era la herencia de la pequeña hija que había dejado huérfana, herencia que seria manejada por  clemencia, otra hermana de gloria, hasta que soledad cumpliera la mayoría de edad,  pues así lo había estipulado en el testamento que había mandado redactar antes de morir quizás presintiendo su muerte, quién sabe. Ahora soledad, su hija, estaba recordándolo a él y a su esposa en ese fatídico día. En efecto era 25 de marzo, ya habían pasado 7 años desde aquel momento en que para soledad el tiempo se detuvo.

Ya era de noche, después de mucho esfuerzo y muchas lágrimas derramadas, soledad logró conciliar el sueño. Soñó que estaba en un bosque de árboles frondosos que alzaban sus copas en medio de la oscuridad de una noche de luna llena. Al caminar un poco vio una carretera que le resulto familiar. Comenzó a caminar en ella y pasado un tiempo diviso el carro de sus padres. Vio a sus dos padres tendidos en el suelo; no necesito de más para deducir que aquel sueño se había convertido en una pesadilla terrible, en un recordatorio del peor momento de su vida. Le dio la espalda a esa imagen como queriendo darle al espalda a su realidad y a su pasado y echó a correr sobre la carretera. Sin embargo una voz la detuvo y le pidió que regresara. Era la voz de su madre.
_hija, por favor no te marches. Esto no es una pesadilla.
Soledad volvió su vista hacia donde estaba el carro de sus padres y lo que vio no lo podía creer. Era su madre a quien había visto tendida en el suelo tal y como hace 7 años, pero ahora estaba de pie, intacta, sana y salva hablándole a su hija.
_acércate mi amor, no temas. Se que has sufrido mucho, pero ya llego la hora de ponerle fin a ese sufrimiento.
Soledad sintió que su alma se encogía, pero esta vez no era como hace siete años por ver a su madre cubierta de sangre sobre la carretera, esta vez era por verla viva sin un rastro de sangre en su blanco e inmaculado vestido. ¿Será esta una burla de mi subconsciente?, Se preguntó. Sentía como si se hubiera vuelto de piedra. Sentía que su sangre había dejado de circular por sus venas, que el oxigeno había dejado de llegar a sus pulmones, que sus pensamientos habían dejado de fluir en su cabeza. Estaba impávida y no reaccionaba.
_hija, por dios, sal por fin de ese letargo y ven y abrázame.
De nuevo había escuchado la voz de su madre, pero ahora sentía que su sangre empezaba a circular con una fuerza inusitada, que sus pulmones se llenaban de oxigeno, sintió que toda la energía que había perdido hace siete años había aparecido de golpe. Corrió hasta su madre y la abrazó.
_ Mama, estas viva no lo puedo creer- dijo la niña…si… ¡dijo!, por fin en siete años había logrado pronunciar una palabra.- ¿dónde habías estado?, y ¿qué paso con mi papá? en serio estas bien.
_cálmate hija, tu papá y yo estamos bien.
_ ¿él dónde está? Yo lo vi aquí contigo ahora.
_él aparecerá en su momento. Ahora tú y yo tenemos que hablar hija.
_ ¿sobre qué mama?, ¿qué pasa?
_hija, nuestra muerte lleve mas de siete años en la completa impunidad y tu eres la llave para hacer que eso termine.
_no entiendo mama, ¿de qué estas hablando?
Soledad no entendía por qué su mama en vez de preguntarle por su vida, por lo que había pasado en toso ese tiempo, solo se limitaba ha hablarle de impunidad. ¿Acaso lo que estaba viendo era real?, ¿acaso su mama de verdad vivía? No, todo tenia que ser un sueño, tan solo se dejo llevar por la emoción de verla, su mama aun estaba muerta. Lo que veía era una burla de su propio subconsciente.
_mama, ¿de verdad eres tú? Tú estas viva. ¿Cómo sobreviviste? Yo te vi muerta.
_hija, yo  estoy muerta, pero aun mi alma no puede descansar. A mi me mataron antes de que se cumpliera mi ciclo de vida, por eso mi alma no puede descansar y permanece vagando en el limbo.
_ ¿y mi papá?
_el está en las mismas condiciones.
_yo no entiendo nada. Esto ya no me gusta. Quiero despertar.
_hija yo se que tu has sufrido mucho. Nosotros también estamos sufriendo, pero tú tienes la llave para acabar con tanto dolor. Los mismos que te hacen sufrir a ti fueron los mismos que nos mandaron matar a mí y a tu papa hace siete años.
_ ¿mis tíos?, ¿ellos fueron los que te mataron?
_si. Mi hermana me traicionó, ella lo planeó todo para quedarse con la herencia que tu papa te dejó. Todo fue un engaño. Clemencia siempre me tuvo envidia, nunca soportó que yo estuviera bien casada y el marido de ella, Gustavo, ese tipejo tiene un signo pesos marcados sobre la frente. Ambos nos mandaron matar. Se aseguraron de dejarte a ti viva para quedarte con tu custodia y convertirse en los albaceas de la plata que a ti te corresponde. Ese par de seres no tienen escrúpulos, ante todo el mundo quedaron como los parientes ejemplares que se hicieron cargo de la pobre niña desvalida, pero todo fue pura hipocresía. Tu no puedes permitir que ellos sigan abusando de ti, debes reclamar lo que te corresponde y también debes de darle el castigo que se merecen por habernos matado a ti y a tu  papa.
Todo lo que escuchaba soledad, por más absurda que fuera la situación, tenía mucho sentido. Esos seres lo habían planeado todo fríamente. Se hicieron pasar por excelentes tíos, para después convertirse en un par de explotadores. Con razón la vida de ambos había cambiado tanto tras la muerte de Luis miguel y gloria. Mientras la vida de soledad se derrumbó, la de clemencia y Gustavo, sus tíos, parecía prosperar. Dejaron de vivir en un humilde barrio estrato dos, para pasar a uno estrato cuatro, habían dejado de vestir harapos para después cubrirse con lujosas vestimentas de las mas reconocidas marcas. Incluso habían cambiado esa vieja camioneta roja que tenían, por un auto de último modelo. Pero no solo era la innegable mejoría en la calidad de vida de los tíos lo que confirmaba lo dicho por la madre de soledad; también era la personalidad  y manera de actuar de los mismos. Pretendían haber ascendido de estatus social, pero nunca habían dejado de ser esos seres chabacanos y vulgares tan diferentes a los padres de soledad. Su tía era una mujer que despotricaba de todo el mundo, el marido de ella, el mencionado Gustavo, era un oportunista y un vividor, y ni que decir de los hijos: margarita era prácticamente una prostituta sin dignidad y Ricardo, un violador en potencia. Esa gente no podía ser buena, ellos sin duda habían sido los autores intelectuales de ese crimen tan espantoso, ese crimen que había arruinado la vida de soledad y había congelado para siempre su noción del tiempo en aquel momento terrible. Justo en ese instante despertó. Aun no había asimilado la experiencia que había tenido, pero al menos había constatado que se trataba de un simple sueño. O tal vez no, tal vez ese no era un sueño ordinario, tal vez en efecto su mama, o el alma de su mama, se comunicó con ella desde algún lugar _ de seguro no el paraíso- para abrirle los ojos y hacerle ver que había caído en un nido de víboras y era hora de cobrarles las cuentas del pasado y del presente a las mismas.

_¿qué le pasa?, por qué no come atolondrada o cree que la comida es gratis_ le decía la odiosa clemencia a su sobrina estando todos desayunando en el comedor el día después de el extraño sueño..
Como haría soledad para encontrar las pruebas para hundir a sus tíos, como haría para demostrarle a las autoridades que los autores del crimen no eran otros que sus tíos. A pesar de sus casi quince años, soledad sabia que un sueño revelador no era prueba suficiente para demostrar la culpabilidad de una persona. Sabía que la fiscalía no había encontrado ningún indicio certero para dar con los criminales, es decir, sus tíos. Ni siquiera habían capturado a los sicarios que se habían encargado del trabajo sucio. Como haría para hacerles pagar a sus tíos por su pecado. Los pensamientos se estrellaban unos con otros en su conciencia que por mucho tiempo había permanecido sumida en el letargo, pero que ahora había encontrado una razón de peso para reaccionar del todo.
-esta china cada día es mas apelotardada, no. Como que además de muda quedo estupida-decía con ironía Gustavo.
Soledad recordó que sus díscolos tíos ni siquiera habían contemplado el permitirle a ella seguir estudiando. Gracias a la intervención de su tía clara, que al parecer si era buena, había logrado continuar con sus estudios. No cabe duda de que clemencia era una arpía sin escrúpulos. No entendía como teniendo unas hermanas tan buenas y correctas como gloria y clara, podía ser tan mezquina, odiosa…una desgraciada asesina. Soledad estaba sorprendida. Hacia mucho que no manifestaba sentimientos de rabia tan encarnizados y profundos. No cabe duda que había reaccionado por completo.
Clara, gloria y clemencia crecieron en la miseria y sin duda eso condicionó sus personalidades. El problema es que las dos primeras pensaron en superarse mediante medios lícitos y otros quizás no tan lícitos, pero al menos que no involucraran un crimen. Clara estudió,  logró un titulo profesional y luego de la muerte de su hermana consentida, decidió ausentarse del país por casi seis años. En cuanto a gloria, ella decidió casarse con el gerente de una fábrica por amor, pero también por interés. Clemencia, en cambio, se quedo encerrada en sus frustraciones y amarguras, maldiciendo y odiando el destino de sus otras dos hermanas.
_lo que necesita mi primita es alguien que la haga reaccionar_ Decía Ricardo, el primo mayor Con un brillo extraño en su mirada lasciva y lujuriosa. Todo lo que pasaba a su alrededor ratificaba lo dicho por su madre. Una mujer y un hombre capaces de engendrar un ser como Ricardo no podían ser buenos.

Pero como haría para cumplir el deseo de su madre. Como lograría convertirse en la llave que abriría la puerta de la justicia. Esa duda la angustiaba, ahora si se sentía una inútil y una discapacitada, aun más que cuando la obligaban a lavar los trastes o a trapear los suelos sin chistar ni protestar o cuando se burlaban de ella por ser muda, por ser callada, por ser diferente. Lo único que se le ocurro fue recurrir a sus  aliados,  a esos  seres que se habían convertido en paladines de la justicia, defensores de una desposeída, tendría que recurrir a sus profesoras, a su tía clara y a Juan Carlos.

Soledad meditaba sobre como desenmascararía a sus tíos. Los mismos habían salido quien sabe a donde y la habían dejado sola con Ricardo. El joven no perdió el tiempo e irrumpió en la habitación de soledad con las peores intenciones.
-hola primita, al fin estamos solos. No se ponga nerviosa, yo le voy a alegrar la vida.
Soledad hizo un gesto de asco, y trato de alejar al joven. Sin embargo sus intentos por lograrlo fracasaron y el impúdico joven la domino. Le arranco el vestido y comenzó a besar su pecho. Lo único que podía hacer soledad era intentar infructuosamente alejarlo, y alejar sus labios puros de los labios contaminados y sucios de su primo. Ni siquiera podía gritar. El primo se quito la camisa, bajo sus pantalones, estaba a punto de arrebatarle a soledad su pureza, estaba a punto de hacerla vivir un dolor peor que el de la muerte de sus padres. Le arranco su ropa interior. Acaricia sus partes íntimas con violencia. Soledad esperaba lo peor. Sin embargo y justo cuando el primo iba a consumar tan terrible agravio, apareció margarita. Ricardo estaba convencido de que su hermana no regresaría en mucho tiempo y por eso ni se había preocupado en cerrar la puerta de la habitación de soledad, pero a margarita se le había olvidado algo en casa y por eso regreso antes de lo previsto. Al ver la escena se espanto. Ella era quizás el único miembro de esa familia que aun tenia algo de consideración de soledad, además en su condición de mujer sabía que lo que Ricardo iba a ser era la peor cobardía, la peor canallada, y la afrenta mas terrible que se le puede hacer a una mujer.
_usted que esta haciendo degenerado.
_que le importa, no se sea sapa, más bien lárguese que estamos ocupados.
_mucho cerdo, se aprovecha de esa tonta porque esta muda.
_¿qué le pasa? Ella fue la que se me ofreció.
Margarita sabia que las palabras de su hermano eran totalmente falsas. Soledad estaba echa un mar de lagrimas sobre su cama y cubría con vergüenza su senos desnudos, mientras cerraba las piernas con fuerza, como tratando de evitar que corrompieran su cuerpo.
_métase con mujeres que al menos puedan defenderse._ Dijo con seguridad margarita.
A Ricardo la presencia de margarita le valió gorro y trato de sacarla de la habitación para poder continuar su “obra”, Mas ésta, ante el atrevimiento de su hermano, sacó de su chaqueta una navaja filosa y brillante y la empuño amenazante con todas las intenciones de clavársela en la yugular a su hermano. Éste reaccionó cobardemente y salió de la pieza. Al verse salvada por la persona que menos esperaba, corrió soledad hacia margarita y la abrazó. En el fondo siempre había admirado el carácter y temple de su belicosa prima.
_tenga cuidado con ese cerdo, ese tipo no se va a quedar tranquilo y tenga por seguro que va a volver._ Le dijo margarita con voz maternal a soledad, y decidió acompañarla para protegerla.
La verdad es que margarita había experimentado ya el sinsabor de una violación y el responsable fue, precisamente, un amigo del hermano. Al parecer el propio Ricardo había arreglado todo para que el amigo se aprovechara de su propia hermana como una forma de pagarle una vieja deuda. Cierto día Gustavo y clemencia habían salido muy tarde. Ricardo metió a su amigo a la casa y a su vez este entró en el cuarto de margarita y la violó, todo con complicidad del hermano. Tal hecho cambio profundamente a margarita, convirtiéndola en una mujer violenta, desconfiada, a la defensiva y presta a matar a quien intentara hacerle daño, la violación también hizo que la  muchacha le perdiera total respeto a los hombres y por eso no le interesaban las relaciones serias, solo le interesaba intermitentes momentos de pasión con decenas de hombres distintos. Todo se lo contó entre lágrimas a su prima ese mismo día. Ahora soledad tenía un motivo más para despreciar a esa familia y desear hundirlos a toda costa. Sintió pesar de margarita y a la vez se mintió identificada con ella. Al igual que la de ella, la vida de su prima había sido arruinada por esa familia de buitres, ratas y víboras
Confiada en esa identificación, le explico mediante señas que ella estaba seguro de que a sus padres los habían matado clemencia y Gustavo para quedarse con su herencia.
Al principio margarita no le hizo caso, pero luego hizo memoria y recordó muchas cosas.

Ahora soledad tenía una aliada más.
Al día siguiente en la escuela, soledad siguió con su plan y recurrió a sus profesoras ya su amigo Juan Carlos en busca de ayuda. Lo que soledad asegurada les resulto muy descabellado todos, pero alguien que no dudo un momento en ayudar a soledad fue su tía clara. Clara dudo mucho ante las que parecían irrefutables afirmaciones de su sobrina. Nunca se le había cruzado por la cabeza pensar en su hermano como en una sesina. Sin embargo conocía a clemencia como la palma de su mano, pero sobretodo conocía la ambición de Gustavo, un parásito sin escrúpulos capaz de cualquier truculencia para conseguir el botín que más le gustaba, el dinero constante y sonante. Clara no sabía como demostrar lo que soledad comunicaba con señas, pero sabía que podía demostrar que los albaceas de soledad habían manejado irresponsablemente la herencia de su sobrina; ella era totalmente conciente de que su hermana y su cuñado habían dilapidado la herencia comprando todo clase de propiedades y cosas solo para su beneficio propio. Soledad se lo había contado todo desde que había llegado del exterior. Una casa, un carro, ropa y otras comodidades. Sabía que por esa conducta tan inmoral perfectamente los podía mandar a prisión, pero eso a soledad no le bastaba. Ella quería ver morir en una cárcel a ese par de ratas, ver que pagaran por haber asesinado a sus progenitores.
_soledad, como estas tan seguro de lo que me dices.
Mediante señas soledad le explicó que todo había sido revelado en un sueño. Al principio clara lo tomó en broma, pero le ver la determinación de su sobrina en su mirada hizo que tomara en serio sus palabras. Además clara era asidua creyente de ese tipo de fenómenos sobrenaturales. Soledad también le contó por escrito que margarita le había hecha un par de confesiones muy comprometedoras; le contó que hacia varios años margarita había oído de boca de su padre que “el imbecil de Luis miguel Jiménez no sabia que había trabajado toda su vida para él y clemencia”. También oyó que clemencia despreciaba  a gloria y que “por fin había cumplido su deseo de verla muerta”. Y lo más grave, un día los oyó decir que debían deshacerse de soledad de una vez por todas, que ya tenían lo que querían y no tenia casa seguir manteniendo a una “muda estupida”. Tales palabras parecerían corroborar las sospechas de clara. Decidió pues, sin importarle irse lanza en ristre contra su propia hermana, ayudar a su sobrina. Si ese crimen de verdad había sido orquestado por su propia hermana, sobre ella debía de caer todo el peso de la ley.

Esa noche soledad volvió  a ingresar a ese mundo de sueños que tantos misterios había despejado. Esta vez quien se apareció fue su padre.
_hola hija. ¿Cómo has estado?, estas muy grande, muy hermosa.
_yo se papa. Ya se que mi tia fue la que planeó tu muerte. Yo ya estoy tratando de buscar la manera de que ellos paguen.
.que melodiosa y linda es tu voz. Ya es justo mi amor que salgas de ese mutismo y hables, digas todo lo que tengas que decir, todo lo que has guardado en tu corazón todos estos años.
_pero como. Yo solo puedo hablar en sueños. Yo estoy condenado a vivir en el silencio.
_no, el silencio es solo cobardía. Tú tienes todo el derecho de denunciar todos los atropellos que han cometido contra ti.
_y ¿Cómo?
Soledad siempre había anhelado gritar a voz en cuello su sufrimiento, pero sabía que seguramente jamás podría hacerlo. Lo malo es que ese grito, al no poder salir y llegar a oídos de otros seres, se clavaba en el alma hasta lo mas Profundo y se convertía en un dolor terrible que soledad había   callada. Ella solo podía hablar en sueños por esa magia que los mismos conceden, pero al despertarse todo volvería a ser como siempre, el silencio, la soledad, no, un momento, ella no podía seguir lamentándose eternamente.
_tienes que hacer justicia mi amor, solo así tu alma y la mía podrá descansar así de este tormento que ya cumplió siete años ininterrumpidos.
_pero como papa. Es muy difícil. Donde están las pruebas.
_e diré algunas cosas. Todas ellas te serán de utilidad. Haz de saber que antes de morir tu mama y yo, recibimos varias amenazas telefónicas, razón por la cual mande a redactar mi testamento. En la llamada aseguraban que tanto tu como tu mama íbamos a morir. Por eso decidí que en una de las cláusulas del acta de sucesión, se hiciera constar  que en caso de que ambos faltáramos, me refiero a tu mama y yo, quienes deberían ser tus albaceas serias tus tíos.
_eso ya lo se papa.
_lo que no sabes es que ambos presionaron esa decisión. Ambos se ganaron la confianza de tu mama y la mía, y ambos parecían conformar una familia ejemplar y decente. Nos dijeron que si algo nos llegaba a pasar, ellos sin dudad se harían cargo de ti.
Soledad recordó todo ese cariño  exagerado que su tía fingió profesarle días antes del accidente.
_ahora me doy cuenta de que todo lo hicieron premeditadamente. En las llamadas decían que iban a secuestrarte a cambio de fuertes sumas de dinero, en otras nos amenazan de muerte, temiendo lo peor, decidí mandar a redactar mi testamento para no dejarte desprotegida. Obviamente con mi muerte la heredera universal seria tu mama, pero al pensar que a ella también le odia pasar algo, decidí que unas de las cláusulas obligara a que tu cuidado pasara a cargo de esas dos personas, tus tíos, ya que parecían buenas  personas y además manejaban un bajo perfil y eso era fundamental a mi parecer. Solo después de muerto caí en cuenta de que esas llamadas fueron echas por clemencia y su marido. Ellos lo analizaron todo perfectamente. Sabían que aun cuando yo nos los hubiera nombrado como albaceas, algún juez de familia les habría cedido la custodia tuya a ellos, al fin y al cabo parecían la familia perfecta para hacerse cargo de una niña tan afectada emocionalmente como quedaste tú después del accidente.
Soledad estaba asqueada. La asombraba la inventiva criminal de su tía y el marido de ella.
_yo te jure que voy a lograr hacer justicia, es solo cuestión de tiempo.
_eso espero mi amor, tu mama y yo tenemos fe en ti. Sabemos que serás más astuta que tus tíos. Nosotros te amamos y por eso queremos ayudarte a que hagas justicia. Contacta al abogado que redacto mi testamento, el te dará fe de lo que te he comentado.

En ese instante soledad despertó.
En la mañana de un nuevo día. Clara y  soledad fueron a la fiscalía. Acusaron a clemencia y a Gustavo por malversación de fondos e enriquecimiento ilícito. El juez inicio las investigaciones y constató que todo lo que clara afirmaba era cierto. En los siete años que llevaba viviendo soledad con ellos, clemencia y Gustavo habían realizado compras de propiedades por cifras exorbitantes para un parásito desempleado y una infeliz costurera de barrio. Ellos no pudieron demostrar que los bienes que habían adquirido en los últimos siete años eran fruto del trabajo de ambos; era evidente que la pareja había utilizado indebidamente el dinero de la herencia de soledad y por ello fueron arrestados. Por su parte soledad denunció a Ricardo por intento de violación, margarita sirvió de testigo y  el joven también fue detenido. Durante el tiempo que duraron las investigaciones de la fiscalía hasta el momento del arresto del trío de delincuentes soledad estuvo bajo el cuidado de clara para evitar represalias por parte de Gustavo, Ricardo o clemencia y también para protegerla de que Ricardo intentara de nuevo abusar de ella.
_yo no puedo creer clara que usted haya sido capaz de hacerme esto. Usted fue testigo de que yo ayude a esa infeliz niña a pesar de que esa no era mi obligación._le decía fingiendo indignación clemencia a su hermana en una visita que esta última le hizo en la cárcel.
_usted todo lo hizo con una doble intención. Usted solo se encargo de soledad para poder quedarse con su herencia.
_eso es una injuria. Una mentira, yo lo sacrifique todo por esa niña, además fueron los papas los que me nombraron albaceas de ella. Sabe que es lo que pasa, usted todo lo hizo por envidia, porque yo tengo un hogar bonito y usted es una pobre solterona. Si yo gasté esa plata en la casa y en el carro, fue por la maldita muda esa. Para que ella viviera una vida decente, la vida a la que estaba acostumbrada. La vida de maldita niña rica.
_hipócrita, yo lo se todo, yo se que usted fue la que mando matar a mi hermana y a Luis miguel
La mirada de clemencia de lleno de pánico ante tal acusación.
_usted como se le ocurre decir semejante estupidez.
_yo lo se todo. Usted y el maldito parasito de su marido planearon juntos el asesinato de los papas de soledad solo para poder quedarse con la herencia de ella. Increíble que haya podido caer tan bajo solo por ambición.
_usted de donde saca esas ideas tan estupidas.
_deje de fingir, usted sabe perfectamente que lo que le digo es la verdad.
_usted como lo sabe, como puede tener la seguridad…responda. Si esta tan segura vaya y acúseme.
_admita su culpa.
Clemencia sentía que un oscuro secreto que ella procuro mantener oculto por siete años se había destapado y no podía hacer nada para ignorarlo. No tenía argumentos que esgrimir para defenderse de las acusaciones de su hermana, la mirada penetrante de clara había desnudado su pútrida alma y no podía hacer nada para escapar a su realidad, no podía hacer nada para lograr ser eximida por su terrible culpa o al menos seguir engañando al mundo para evitar que llegara el dia en que tendria que pagar por su crimen.
_gloria merecía morir. Ella era la peor de todos. Se casó con Luis solo por ambición. Luis era mió y ella me lo quitó.
_usted ya tenia a Gustavo cuando Luis miguel apareció en nuestras vidas.
_y como va a comparar a un gusano como Gustavo con Luis miguel. Gloria lo enredó, gloria lo engatusó y se quedó con el.
En efecto clemencia siempre estuvo enamorada de Luis miguel. Era el hombre que siempre había ambicionado, pero el nunca fijo su atención en ella, su gran amor siempre fue gloria y nadie mas. Clemencia se tubo que conformar con un ser tan mediocre como Gustavo y por ello siempre se sintió miserable, siempre se sintió inferior a su hermana. Creía que la vida había sido demasiado injusta con ella, dándole a ella menos que a las demás, dándole menos belleza, menos carisma, hombres pusilánimes a diferencia de los partidos excelentes que las otras mueres a su alrededor conseguían. Creía que Dios la despreciaba, que la había mandado al mundo para recordarle a los demás que no había necesidad de sentirse miserables; solo bastaba echarle un ojo a clemencia para que el hombre mas infeliz se sintiera afortunado. Clemencia no era otra cosa que el factor d contraste para tener la certeza de que era la fortuna y la felicidad, era como la suciedad para la limpieza, como el mal para el bien… Clemencia se llenó de rabia y buscó la forma de desfogar su amargura en contra de su hermana gloria y de paso burlarse de la vida misma, demostrarle que le ganaría la partida quedando a fin de cuentas con el dinero de Luis miguel, el dinero por el que supuestamente gloria se había casado. Por eso estuvo de acuerdo en cometer aquel crimen, seria la forma de ganarle a su hermana, de verla derrotada. De quedarse con algo de Luis miguel. Gustavo planeó todo, el aprovechó la rabia y la frustración acumulada de su mujer para manipularla y conseguir juntos el dinero que el tanto había ambicionado, claro, de la manera mas reprochable, pero también de la manera mas fácil, sin tener que mover un dedo, tal y como les gusta a las personas mediocres y oportunistas como él. Y lo hicieron, organizaron una reunión para celebrar el cumpleaños de gloria, y al ver que se iban por esa carretera oscura y abandonado, llamaron a los hombres encargado de matar a la pareja y les dieron la orden de que ejecutaran su trabajo.

La conciencia comenzó a atormentar a clemencia. Empezó a sentir una culpa terrible. Sentía que gloria la observaba, la juzgaba, se burlaba de ella. Sentía que el futuro que le esperaba era terrible. Le esperaban varios años en la cárcel, pero lo que mas temía era lo que vendría después. En la soledad de su celda empezó a oír gritos clamando por justicia. Se estaba enloqueciendo. Mientras tanto la vida de soledad parecía florecer; estaba empezando a abandonar los momentos de oscuridad que había atravesado. Sabía que seguramente jamás podría demostrar que su tía y el marido de ella habían planeado la muerte de sus padres, pero al menos se había liberado del yugo al que ellos la tenían sometida. Empezaba a verse radiante y junto a su tía decidió organizar su fiesta de quince años. Clara entre tanto sentía vergüenza de no habar reaccionado antes. Si hubiera puesto denunciado las truculencias de su hermana antes , le habría ahorrado a su sobrina muchos sufrimientos, pero que se podía hacer, al fin y al cabo clara estuvo ausente del país por muchos tiempo y solo hasta hace poco había regresado al país para ver los abusos que su hermana cometía con soledad. Sin embargo solo hasta ahora había decidido hacer justicia puesto que en su cabeza jamás había pasado la idea de que su hermana fuera capaz de una atrocidad como la que  cometió. Siempre pensó que su hermana era todo menos la autora intelectual de un asesinato, mas al ver esa determinación de la mirada de su sobrina cuando le comento por escrito esa verdad revelada en un sueño, no dudo en creerle. Clara también había soñado recurrentemente con su hermana y en los sueños ella le aseguraba que su alma no tenia descanso, que su muerte había sido el producto de la peor de las injusticias, una maquinación maquiavélica de una persona que jamás se imagino que fuera clemencia, su propia hermana. Clara sabia que el alma de una persona asesinada estaba condenada a vagar errante por el mundo hasta que los causantes de su muerte recibieran su castigo. Sabia que clemencia por siete años se había hallada circunscrita, junto con Luis miguel, al pequeño espacio de esa carretera flanqueada por árboles frondosos, llorando y pidiendo a gritos que la ira de dios cayera por sobre los miserables que habían actuada con tanta impiedad hacia ellos. Parecía que por fin el alma descansaba

Llegó el día de la celebración de los quince años y algo maravilloso y milagroso sucedió; soledad recuperó el habla y dejo oír su voz por todos los rincones por los que pasaba. Al fin el periodo de la afasia había culminado, la noche anterior soledad soñó por tercera ocasión con sus padres, pero esta vez con los dos juntos. Amos le dieron las gracias y le dijeron que habían logrado su cometido. Aunque  todo hubiese parecido inútil porque al fin y al cabo no se demostró lo que se suponía que se debía demostrar, ni tampoco clemencia y Gustavo habían pagado por el crimen principal, lograron lo mas importante, que la vida de soledad cambiara. Ahora estaba rodeada por seres que la querían: su tía clara, su prima margarita que también vivía con ellas, sus profesoras  y su amigo Juan Carlos. Había recuperado el habla y por fin sentía consuelo en su alma, ya no tendría que lavar trastes, fregar pisos, recibir burlas e insultos, ni soportar el acoso sexual de nadie. La oscuridad se había marchado para siempre. Tiempo después de la fiesta, soledad se enteró que su tía clemencia había confesado que ella había mandado matar a su propia hermana y al marido. Al parecer el peso de la culpa no dejo en paz a la mujer que tras de dar ese testimonio, se suicidó. Gustavo por su parte fue condenado a muchos pero muchos años de cárcel y en cuanto a Ricardo, el pobre recibió una cucharada de su propia medicina pues fue violado en la cárcel, según las costumbres de los presos. Soledad sabia que no era sana sentir alegría por el sufrimiento ajeno, pero no podía refrenar sus emociones; estaba feliz sobremanera de que sus familiares hubieran pagado después de tanto tiempo sus delitos. Sentí un gozo inconmensurable por el sufrimiento de ese trío de demonios. No cabía duda que la justicia existía. Pasados los años y recuperada totalmente, soledad decidió estudiar comunicación social. Se especializaría en el periodismo de denuncia social. Se caso son Juan Carlos sin importarle sus limitaciones, pues vio en su silencio un atractivo mucho mayor que las voces de encantadores de serpientes de los demás hombres. Tras guadrarse se convirtió en una de las más eximias periodistas, una mujer decidida  a luchar contra la injusticia, una mujer decidida a dejar oír su voz a toda costa.

Fin.