miércoles, 11 de noviembre de 2015

LA BASTARDA PARTE 8

Tras confesarle a Fabio sus sentimientos Marta no tuvo problemas en superar el reto que le había impuesto su amiga Débora. Los encuentros entre ambos se volvieron frecuentes y cada vez más apasionados. Y cada vez que hacían el amor el uno se obsesionaba más con el otro. En el caso de Marta, pronto su aventura pasaría de ser simples momentos de efervescencia sexual para convertirse en un sentimiento más profundo.

_ Bueno Marta, ganó la apuesta. La felicitó. Batió un récord. Nunca pensé que llevaría a la cama a su cuñado tan rápido -selañó Débora a su amiga con quien se había reunido en el viejo café para comentar acerca de los últimos acontecimientos.
_ Eso es para que vea que para mí no hay imposibles cuando me propongo algo.
_ ¿Y qué tal es su cuñado como amante? ¿Sí valió la pena traicionar a su hermana?
_ Es maravilloso. Nunca había sentido lo que siento cuando estoy con él. Es un placer indescriptible. Ese hombre es una mezcla entre ternura y fuerza.
_ ¿Y será que la mustia de su hermana sí le aguantará el voltaje a tan buen amante? -preguntó con irónía Débora. Marta guardó silencio y adoptó un semblante como si estuviera avergonzada. Débora cambió de tema- Lástima que esa aventura se vaya a acabar tan pronto. A fin de cuentas usted en un par de días se tiene que devolver a la capital y todo va a quedar como un simple romance de vacaciones.
_ Yo no me voy a devolver a la capital. Me voy a quedar así.
_ ¿Y la universidad qué?
_ Voy a aplazar el semestre.
_ ¿Y por qué tomó ese decisión?
_ Lo que yo siento por Fabio es más que un capricho. Yo siento que me estoy enamorando de él. No puedo dejar de pensar en él.
_ ¿Eso qué significa? ¿Que le va a quitar el novio a su hermana?
_ Yo no sé que voy a hacer Débora. Pero por el momento no me pienso a alejar de Fabio. No creo que yo me siento bien por lo que estoy haciendo. Yo no soy una arpía como para alegrarme de lo que le estoy haciendo a mi hermana. Pero tampoco tengo la culpa de lo que estoy sintiendo por Fabio. En los sentimientos nadie manda.
_ ¡Tan trastornada la ha dejado ese hombre! ¡Vea pues! Ya me dio curiosidad. Tocará probar estar con él para ver si es verdad tanta belleza.
_ ¡No sea ridícula Débora! -exclamó Marta visiblemente molesta- Lo que le estoy contando no es por tomar del pelo. Yo estoy enamorada de ese hombre y voy a luchar por él.
_ No cree que se está tomando muy a pecho lo de la apuesta. A fin de cuentas estamos hablando del futuro esposo de su hermana.
_ Yo lo siento mucho por ella. Pero como ya le dije en los sentimientos nadie manda.
_ En fin Marta esas son sus decisiones. Yo en eso no me meto... Cambiando de tema, la invitó a rumbear este fin de semana. Le voy a presentar a una persona muy interesante.
_ ¿Quién?
_ Una personita que a lo mejor le ayuda a olvidar esa obsesión que tiene con el famoso Fabio. Ya lo va a conocer.

La vieja alicia y Yolanda no darían crédito a las palabras de Marta luego de que está les revelara que no pensaba regresar a la capital.

_ ¿Cómo así que no piensa volver a la capital? -inquirío alarmada Alicia.
_ Sí mamá. Voy a aplazar el semestre.
_¿Y por qué Marta? ¿Y la beca que se ganó? ¿Y el trabajo que tiene allá? -anotó Yolanda.
_ Sólo va a ser por este semestre. ¿O es que les fastidia que yo esté aquí.
_ ¿Y no hay riesgo de que pierda la beca? -insistió Yolanda.
_ No. No hay ningún problema con eso.
_ ¿Y qué se supone que va a ser aquí en este pueblo todo este tiempo? -preguntó Alicia.
_ Compartir con ustedes. Reencontrarme con mis raíces. Bueno me voy tengo una vuelta que hacer. estoy aquí a la hora del almuerzo- indicó Marta y se marchó de la casa de su familia. Aprovechando su ausencia Alicia y Yolanda compartieron sus impresiones sobre la decisión de Marta. "Su hermana se enloqueció", fue lo único que atinó a decir la vieja Alicia.



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