lunes, 27 de septiembre de 2010

Así redacté el Molino.

En donde trabajo se realizan reuniones diarias entre el jefe, la editora y yo donde se lanzan temas para escribir pequeños textos llamados Molinos. Los Molinos son cortos comentarios editoriales. Generalmente a mi jefe no le gusta ningun tema que le propongo, pero decidió esta vez aceptar que escribiera sobre la falta de cultura ciudadana reflejada en los peatones ìmprudentes arrollados por el MIO y las invasiones de vendedores ambulantes en el Centro. Como resultado escribí el siguiente texto:

Cultura ciudadana
 Resulta preocupante que por infringir las normas de tránsito siete peatones hayan muerto arrollados por el MÍO desde que inició operaciones el año pasado.
Y también alarma que el espacio público recuperado en el Centro y que colinda con las vías por donde transita el sistema de transporte masivo, haya sido nuevamente invadido.
Ambas situaciones reflejan la pobre cultura ciudadana de los caleños
Lo que en gran medida es atribuible a las administraciones municipales, que no fueron capaces de inculcar esa cultura, a la par que acometían una obra que transformó a la Ciudad.
Por ello es apremiante que la Alcaldía proceda a educar adecuadamente a los caleños para que no expongan sus propias vidas, ni las de los demás y respeten los espacios públicos.
De lo contrario el cambio producido por el MÍO será simplemente estético y no estructural.

Lo allí escrito no refleja del todo lo que yo pienso sobre el asunto. Sin duda la falta de cultura ciudadana es innegable en esta ciudad, pero me hubiera gustado hacer énfasis en la ausencia de puentes peatonales, no sólo por donde pasa el MIO, sino en toda Cali. A mi concepto esa falencia alienta el alto índice de accidentalidad. Hay muchos sitios en Cali que son sencillamente intransitables porque los conductores de carros y motos son seres inflados de soberbia a los que sólo les importa conducir su vehículo a velocidades exorbitantes -por gusto o por llegar a su destino- y no les importa arrollar a quien se les atraviese por delante; y ante su ruidosa presencia uno desea con ardor encontrar un puente cerca. Tambièn me hubiera gustado comentar en ese Molino que hace algún tiempo una funcionaria del Gobierno Nacional adujo que los puentes peatonales no fueron incluidos en la construcción del MIO por representar un gasto suntuario.

Pero nada de eso. El jefe me dijo que debía escribir y así lo hice. Sin embargo cuando él lo leyo no le gustó, como usualmente pasa. Lo corrigió y el resultado fue éste:


Cultura ciudadana
Preocupa que siete peatones hayan muerto arrollados por el MÍO  desde que inició operaciones el año pasado.
Y también alarma que el espacio público recuperado en el Centro en las vías por donde transita el sistema de transporte masivo, sea invadido por toda clase de negocios informales.
Esas situaciones  reflejan el  poco empeño de las administraciones municipales en inculcar la  cultura ciudadana que se requiere para lograr la transformación de la vida urbana en Cali. 
Más que una obra civil o una forma de transporte público, el MÍO significa un cambio para hacer más amable  la  vida de los caleños.
Por eso es tan necesario que las autoridades desarrollen campañas permanentes para inculcar el sentido de pertenencia  y el acatamiento de las normas que hacen posible el funcionamiento del sistema.
Con ello se evitará que las noticias sobre el MÍO se concentren en los accidentes o en las invasiones que allí se presentan.


Considero -aunque quizás peque de arrogantes- que ambos están bien escritos. Al parecer a mi jefe no le gusto que dijera tan categóricamente que los caleños carecen de cultura ciudadana. Las calificaciones categóricas y lacerantes sólo se dirigen a las Farc, Chávez, Piedad Córdoba, la Corte Suprema, etc. Sobre el Molino de mi jefe pienso que es un error decir que están 'invadiendo el MIO'; lo que se invade son andenes, no las vías por donde pasa el articulado. Otra cosa sería que los vendedores ambulantes se parquearan en plena calle. Siento que uno debería ser más exacto con respecto a lo que escribe. Pero en fin, es cuestión de criterios.

PD: me da rabia que en los cinco meses que duré desempleado después de terminar prácticas, no me hubiera salido empleo aunque sea empacando bolsas en un supermercado, o en un Call Center. Me vi obligado a rogarle a mi actual jefe que me ayudara. Le agradezco que lo haya hecho, pero ahora debo soportar su cáracter agrio e impotable. Esta máldita sociedad capitalista ofrece muy pocas posibilidades

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