miércoles, 29 de enero de 2014

EMPLEO A CAMBIO DE VOTOS

El lunes pasado murió el sueño. Fui a presentar pruebas directamente en la sede de la empresa que ofrecía las vacantes para agente de call center. Me descartaron en la prueba de dicción. Absurdo que a una persona le obliguen a repetir dos veces el mismo proceso de selección, pero bueno, así es la vida. En vista de ese nuevo fracaso, hoy miércoles decidi llevar una hoja de vida a la biblioteca departamental. Mi idea era encontrarme frente a frente con la persona encargada de reclutar personal y ponerle a consideración mi curriculum; es más, si era el caso estaba dispuesto a ofrecerme como voluntario -sin remuneración de por medio- para realizar algún trabajo relacionado con mi profesión (aunque éste consistiera en hacer reseñas de películas o libros, ¡lo que fuera!)

Llegué a la biblioteca y pregunté en recepción dónde podía dejar mi hoja de vida. "¿Quien te dijo que podías traer una hoja de vida acá?", inquirió una señora de tez morena. "Nadie. Yo decidi traerla por mi cuenta", le contesté. "Mira chico los procesos de contratación ya terminaron porque estamos en Ley de Garantías, pero ve al Museo de aquí al lado. De pronto allí sí están necesitando gente... anda como para que no pierdas la venida", anotó.

Me dirigí al museo, pero no encontré una oficinas dónde pudiera averiguar lo que necesitaba. Finalmente me acerqué a unos funcionarios del museo -deduje que eran funcionarios porque llevaban chalecos marcados con el logo de esa entidad- y les pregunté a quién le podía entregar mi hoja de vida. Al igual que la dama de la recepción de la biblioteca, el par de hombres me aclararon que en este momento no  estaban recibiendo currículos por la Ley de Garantías. Acto seguido explicaron que esa entidad como todas las instituciones públicas, municipales o gubernamentales se manejaban por "pura política" y si quiería tener al menos un mínimo chance de entrar a trabajar allá debía empezar a hacer proselitismo electoral. Me propusieron ir a las reuniones de un partido político x para que allí ofreciera conseguir determinada cantidad de votos; así "me daría a conocer" y en contraprestación por esos sufragios a favor de dicho movimiento político podía obtener un empleo en el museo. Palabras más, palabras menos, para lograr un puesto debía "pagarlo" con votos.

Toda la vida todos hemos escuchado aquello del clientelismo y de que a las entidades públicas sólo se llega por tener un determinado padrino político. Pero una cosa es oir esos rumores y otra comprobar por experiencia propia que no son exageraciones sino que son la pura y triste realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario