domingo, 15 de marzo de 2020

DIARIO DEL COVID 19 (15-03-20)

Hace mucho tiempo que había dejado de escribir en este blog básicamente por falta de inspiración, pero creo que la pandemia del Covid 19 es la excusa perfecta para retomar ese viejo hábito. El virus se originó en China presuntamente por el consumo de especies exóticas por parte de la población local. De ser eso cierto no quedaría duda de que el Covid 19 sería otro reflejo más del poco respeto que el ser humano le tiene a las otras especies con la que comparte espacio en el planeta Tierra.
La ciudad de Wuhan fue el epicentro de un virus que pronto traspasó fronteras hasta llegar a casi todas las naciones. Lo paradójico es que Europa, un continente que, supondría uno, tiene la infraestructura sanitaria suficientemente fuerte como para contener el virus,  es ahora el principal afectado por la pandemia, en especial en países como Italia y España.
Irremediablemente la peste oriental llegó a Colombia y ya se está desatando el pánico colectivo. Ayer acompañé a mi madre a un D1, esos pintorescos almacenes de propiedad de la familia Santodomingo que muchos auguran terminarán quebrando a las tiendas de barrio y en los que se pueden conseguir productos a módicos precios, y el panorama no era aterrador, pero sí un poco preocupante: filas más largas de lo normal y jabones antibacteriales casi que agotados (por fortuna me pudo abastecer de dos). Hoy estuvo en La 14 de Pasoancho y la situación era parecida en cuanto a las largas filas.
Toda la paranoia que ha desatado en algunos la pandemia ha concentrado la atención de la mayoría de medios, lo que le vino de perlas al Gobierno Duque, pues así el Covid 19 terminó sepultando el escándalo de la "ñeñepolítica". Pero esa paranoia no es del todo infundada.  El coronavirus no se debe tomar a la ligera y por ello hay que adoptar las medidas de lavado de manos, autocuidado, distanciamiento y aislamiento social que recomiendan las autoridades sanitarias, obviamente sin caer en el pánico y la histeria.
Este ambiente apocalíptico no deja de ser perturbador. Imaginemos que el número de contagiados sigue creciendo a niveles como los de Italia. Inexorablemente el Gobierno tendrá que poner el país en cuarentena, ¿pero si contaremos todos los colombianos con la capacidad económica para resistir un aislamiento en nuestras casas por un tiempo indeterminado? Además dudo que Colombia tenga la infraestructura sanitaria y hospitalaria que tiene el país europeo (infraestructura que por cierto ya está colapsada). ¿Se desatará una escasez de alimentos y productos básicos? ¿Qué pasará con los que no puedan confinarse en sus hogares porque trabajan en la informalidad? ¿Qué tan serio será el colapso de la economía? 
Pero no hay que ser pesimistas ni dramáticos. El Ah1N1 también desató el pánico colectivo y cobró la vida de cientos de miles, y sin embargo la humanidad siguió en pie sin recordar ya a la también conocida como gripe porcina. El Vih, por su parte, ha matado a millones en casi 40 años y el género humano no se ha extinguido por cuenta de la alguna vez conocida como "peste rosa". Quizás el Covid 19 se convierta en un virus de tantos que pululan en la atmósfera.
Hierba mala nunca muere, dice el dicho. Y quizás la humanidad es una hierba mala que no morirá -al menos no con el  coronavirus- y continuara haciendo y deshaciendo, construyendo y a la vez destruyendo con sus acciones su propio hábitat que es el planeta Tierra. O quizás sí. Eso solo el tiempo nos lo dirá.

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